Hubo un tiempo en que la actividad parlamentaria en el Congreso de los Diputados enfrentaba, por la parte de Guadalajara, a Magdalena Valerio, del PSOE, y a José Ignacio Echániz, del PP. En aquella legislatura, que parece tan lejana, ambos se cansaban la muñeca de firmar preguntas y solicitudes que alguien pasaba por el registro de la Cámara.
De todo eso no queda ni el recuerdo y, en lo tocante a la mejora de la vida en la provincia, menos aún porque el enunciado de lo que planteaban raras veces tenía algo que ver con alcarreños, campiñeros, serranos o molineses.
Ahora, la alcarreña de Cáceres se sienta y preside el Consejo de Estado y el alcarreño de Valladolid está en paradero político desconocido, tras caerse de las candidaturas y de la proximidad de los líderes de su partido.
Como el lector de LA CRÓNICA habrá deducido, es un viejo y acreditado recurso parlamentario ese de que tu grupo movilice a los asesores para que pongan a la firma de los diputados propuestas y peticiones que se presentan, además, normalmente en grupo. Así, la estadística personal llega al final de la legislatura hasta cifras estratosféricas. Pero, al menos, hay que hacerlo. Que algunos, ni eso.
Los datos de Román, Rojo y «el tercer hombre»
Después de la investidura de Pedro Sánchez –dolorosa como un parto o como una ignominia, según quien lo valore– ya no quedan excusas para ponerse a la tarea de justificarse el sueldo y el escaño. En esto, por ahora, el que lleva gran ventaja es Antonio Román Jasanada, que junto con otros cinco parlamentarios lleva ya rubricados 223 escritos, según ha podido confirmar este diario en las bases de datos de la Cámara Baja.
El médico y exalcalde algo sabe la cuestión, puesto que hace casi 20 años que ya anduvo por la Carrera de San Jerónimo, en la séptima legislatura (sustituyendo a Ana Guarinos, por cierto), antes de repetir en la décima y en la décimoquinta, que es en lo que anda ahora.
Si en aquellos lejanos tiempos, hace dos décadas, a Román sólo se le ocurrieron 9 iniciativas parlamentarias, en lo que llevamos corrido de la aún incipiente legislatura actual, ya consta que lleva esas 223 antes mencionadas, según ha podido confirmar LA CRÓNICA. Y, no en ninguna de ellas aparece la palabra «Guadalajara» en su encabezamiento.
Lo que se repite una y otra vez, dado que tanto papel lo genera el Grupo de Sanidad del PP, son los nombres de sus acompañantes, todas mujeres: Carmen Fúnez, Ana Pastor, Marta González, Elvira Velasco, María Luis del Moral y María del Mar Vázquez.
Pero si la incontinencia en las preguntas parlamentarias que ya acredita Román es notoria, tanto o más sorprendente es el resultado de la actividad de Alberto Rojo, también exalcalde de Guadalajara, ahora con recién estrenado escaño en los altos del hemiciclo. Además de avalar la investidura de Pedro Sánchez, lo que ha dejado hasta ahora presentado en el registro es exactamente nada. Allí sólo constan las preceptivas declaraciones de bienes, actividades e intereses económicos.
Ni tan siquiera el tercer parlamentario de Guadalajara (ese cuyo nombre tenemos usted y yo en la punta de la lengua) ha sido tan parco en su esfuerzo como el antiguo alcalde de Hita.
El tercer hombre, de identidad tan misteriosa como el protagonista de aquella gran película, ya ha planteado una pregunta al Gobierno sobre las Previsiones acerca de promover medidas para proteger a los consumidores de las importaciones de producción agroalimentaria de países extracomunitarios que emplean pesticidas perjudiciales para la salud, así como de defender al sector hortofrutícola español de la competencia desleal de terceros países que no cumplan con los estándares de la Unión Europea. E incluso ha pedido un informe con un listado que contenga información sobre los casos en que se ha detectado en España la presencia de pesticidas no autorizados en las importaciones de productos agroalimentarios por vía del sistema de alerta rápida para alimentos y piensos.
Que tan reducida actividad la haya evacuado junto con otros cuatro firmantes es, digamos, un detalle más.
Y sí, ya nos acordamos, el diputado de Vox por Guadalajara se llama Ángel López Maraver. Está por su segunda legislatura representando a esta tierra, que tan poco le conoce.