GUADALAJARA, 10 (EUROPA PRESS)
El alcalde de Guadalajara, Alberto Rojo, ha anunciado que el año 2021 «traerá bajo el brazo» las «ansiadas obras» del proyecto de recuperación y rehabilitación de las murallas y los muros del Alcázar Real, cuya primera fase ha sido ya adjudicada a una UTE por algo más de un millón de euros.
Un anuncio que ha realizado a las puertas de este Bien de Interés Cultural (BIC), acompañado del delegado del Gobierno central en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, la subdelegada en Guadalalajara, Mercedes Gómez, y los dos primeros tenientes de alcalde, Rafael Pérez Borda y Sara Simón.
«Nos comprometidos a que antes de fin de año todo estaría claro y todo está desatascado», ha añadido, para señalar que la resolución «definitiva» por parte del Gobierno de España para otorgar la ayuda a través del 1,5% cultural está también en marcha y el importe del proyecto de licitación se ha quedado en algo más de un millón de euros, de los cuales, el 75% lo aporta el Ejecutivo central (731.000 euros) y 25% el Ayuntamiento (275.000 euros).
En las próximas semanas se firmará el contrato con la empresa y se realizará el acta de replanteo para que puedan comenzar las obras.
En todo caso, el regidor ha explicado que se trata de una primera fase en la que se va a proceder concretamente a acometer la «consolidación» de los muros y de la fachada, se va a intervenir en las bóvedas de las caballerizas y se realizará una «estabilización» de la parte que se sujeta sobre una de las laderas del barranco del Alamín.
Y es que, según ha precisado el regidor, hay unos tramos en los que el alcázar queda «descalzado» y eso puede suponer «un peligro», de ahí que sea necesaria esta actuación.
En todo caso, de momento, la imagen que se puede ver hoy del alcázar es ya muy diferente a la que tenía antes del 30 de noviembre, fecha desde la cual hay diez operarios contratados a través del Plan de Empleo regional que están retirando la vegetación y desbrozando la maleza que había acumulada.
Pero además, en esta fase también está prevista la limpieza de los exteriores de un bien que ha reconocido que en los últimos años ha estado «algo abandonado» .
«Es una joya que hay que integrar» en la ciudad, ha dicho Rojo, anunciando también la realización de otra conexión a través de la travesía Madrid entre el alcázar y el barranco, que favorecerá esta integración.
Y a ello se va a sumar la retirada de las vallas que desde hace años están puestas en uno de los accesos a este espacio, situado en la calle Madrid, para lo cual ya han solicitado permiso a la Consejería de Cultura con el fin de hacer unas «pequeñas obras» que lo permitan.
También ha adelantado que el Ayuntamiento volverá a solicitar en la próxima convocatoria del 1,5% cultural la segunda fase de actuación en este alcázar porque quieren que sea «punto de referencia» de la ciudad tanto desde el punto de vista turístico como cultural
Por su parte, el primer teniente de alcalde, Rafael Pérez Borda, ha agradecido también a los miembros de la Corporación anterior que apostaran por este espacio y presentaran el proyecto a la convocatoria de 2018 y ha recordado como, aunque este BIC llegó a entrar en el listado de patrimonio de edificios en estado de colapso, ahora, gracias a esta intervención, se podrá afrontar su rehabilitación.
Paro para Pérez Borda este proyecto también tiene importancia porque va a suponer «romper» el límite que significa el barranco del Alamín al dividir dos zonas de la ciudad y hará más accesible la movilidad entre la parte nueva y esta parte del casco.
Por su parte, el delegado del Gobierno cree que se ha conseguido en «un tiempo récord» la disponibilidad de la cuantía presupuestaria asignada por el Ministerio de Transportes para esta rehabilitación, una obra sobre la que ha coincidido con el alcalde en que arrancará «en breve» y permitirá recuperar un patrimonio «esencial» para la ciudad.
Para Tierraseca esta recuperación no solo es importante para conservar el patrimonio sino para que se pueda usar y disfrutar.