Los vecinos de Ribarredonda han conseguido algo que muchos otros desean y nunca consiguen: aparecer en las televisiones de toda España. Lo han logrado, además, por una circunstancia muy especial.
Desde «El programa de Ana Rosa» a los informativos de TVE pasando por la televisión regional CMM, todos han destacado que este pequeño pueblo de la provincia de Guadalajara ha sido el primero de España en ver cómo todos sus habitantes han sido vacunados.
Ribarredonda, pedanía de Riba de Saelices, cuenta con un dato que favorece tan brillante objetivo: apenas cuenta con 14 tarjetas sanitarias entre sus escasos vecinos. Es un ejemplo más de la España Vaciada, en versión adaptada al Alto Tajo.
Las mascarillas empiezan a hacerse innecesarias
Así, a ninguno de ellos le ha extrañado haber tenido que desplazarse hasta el centro de salud de Alcolea del Pinar para recibir la vacuna. Ni a los lectores de LA CRÓNICA les sorprenderá si recordamos la peripecia del nunca terminado edificio del centro de salud de Alcolea, por el que suspira la comarca desde hace mucho más de una década.
A los vecinos de Ribarredonda, todos ellos jubilados, no les ha cambiado la vida la vacuna y, por lo que parece, tampoco lo va a hacer su súbita popularidad como personajes de televisión. Es, según han repetido en los distintos programas que se han hecho eco de la noticia, «el pueblo más seguro de España» frente al COVID. Tanto es así, que algunas mascarillas de los vecinos de Ribarredonda ya han caído en el olvido, mucho antes de que Fernando Simón pueda dar por cumplida su última previsión de irlas retirando para el resto de los españoles.
En el resto de la provincia habrá que tomárselo con más paciencia y con mucha precaución.