Las cintas inaugurales, esas que por aquí suelen llevar los colores de la bandera de España, van a ser la norma cada vez más habitual hasta las próximas elecciones locales, en mayo de 2023. La reparación de la iglesia parroquial de Villel de Mesa ha sido la que ha dado el último motivo para tal ceremonia.
El templo fue incluido en el convenio de la Diputación con el Obispado de Sigüenza-Guadalajara correspondiente al año 2021. La Diputación ha aportado 50.000 euros, que se han destinado a reparar los problemas que presentaba el edificio en su cubierta y en la torre, así como las grietas que tenía en la cabecera.
Una obra que el alcalde de la localidad, Pedro Lozano, ha calificado como “muy importante, porque había gran peligro en los aleros y en la cubierta y todo se ha consolidado”.
Una iglesia del siglo XVI, restaurada en 1944
Según se puede leer en la web municipal, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es la iglesia parroquial de Villel de Mesa, del siglo XVI y de estilo renacentista.
Fue restaurada en el año 1944.
Sus muros son de piedra, sillar y sillarejo, reforzados con seis contrafuertes a cada lado y adornados con una cornisa denticulada a lo largo de su perímetro exterior. A los pies de la iglesia, una espadaña con cuatro vanos que alojan las campanas, tres de ellos en el frente y uno en el lateral principal. También, bajo el vano del lateral, presenta un viejo reloj del valenciano Santiago Manclús que siempre marca la una y media. Corona la espadaña un pequeño vano con campana incluida y tejadillo de dos vertientes.
En la parte baja del templo y a la izquierda de la entrada se adosa un cuerpo entre dos contrafuertes, y en éste está presente un acceso al templo, por el que antiguamente los hombres salían de la iglesia al terminar los actos litúrgicos; las mujeres lo hacían por la puerta principal. Este adosado no levanta de altura más que lo que le deja la línea de ventanales y bajo su tejadillo tres gárgolas barrocas con sus características facciones. Los ventanales se abren al exterior con arcos de medio punto, terminando en el interior en formas ojivales. En la cabeza del templo se dispone un habitáculo adosado, la sacristía, cuya ventana está protegida por una reja de finales del siglo XVI.
Se accede por el lado derecho de su única nave. La entrada es un arco apuntado, con alfiz rectilíneo y cobijado por un pórtico, cuya techumbre está decorada con madera labrada. Sus puertas son de madera claveteada del siglo XVI con herrajes populares de la misma época.
La nave, de tres tramos, está cubierta por bóveda de crucería de terceletes y soportada por pilastras compuestas barrocas. La nave da paso a la cabecera a través de un gran arco de medio punto con el intradós casetonado. Presenta un retablo mayor barroco del siglo XVIII, donde figuran tallas de la Asunción de la Virgen, Cristo resucitado y San Bartolomé. Anterior al retablo son las pinturas murales que hay detrás de él, en las que apenas se pueden ver dibujado un par de columnas, que se supone formarían parte de la escena de un altar. Poco más se puede reconocer, no por su estado de conservación, que sí están deterioradas, sino por la poca superficie a la que se tiene acceso y por la oscuridad total que hay detrás del altar. Seguramente sean bastan más antiguas que el retablo.
No sólo cuenta con el retablo de la capilla mayor, sino que tiene otros dos más por lado. En el muro de la entrada, lado Evangelio, presenta retablos barrocos de los siglos XVII y XVIII. El más antiguo es de madera pintada, presenta una imagen de Crucificado en la hornacina central y un lienzo de San Gabriel. El del siglo XVIII, aloja tallas de estilo barroco popular de San Juan Bautista y San Antonio de Padua.
En el lado opuesto, lado Epístola, luce un retablo barroco de madera del siglo XVII. En él se aprecian lienzos del mismo siglo y de tipo popular: Inmaculada con signos marianos, Ángeles ante el Ostensorio y Santo ante Cristo. También alberga otro lienzo, mal conservado, con el tema de las Almas del Purgatorio, del siglo XIX, y una imagen de Dolorosa, de candelero. El otro retablo es del siglo XVIII y presenta relieves policromados y populares de Santo Domingo, San Blas y San Juan. Asimismo aparece una pequeña Virgen del Rosario del XVIII.
Bajo el coro, en una capilla a los pies de la nave, se guarda una pila bautismal de piedra del siglo XVI. Hermosamente decorada con relieves en forma de puntos, guirnaldas y florones y todo ellos con amplios restos de policromía en tonos azules y dorados.
También se guarda en su interior otras reliquias: como una custodia, que puede ser la que Antonio Herrera Casado atribuye al orfebre seguntino Alonso de Lezcano, del siglo XVI. Y un confesionario barroco, del siglo XVIII, hecho en madera.
Recuento de inversiones en el pueblo
El presidente de la Diputación visitó también otras actuaciones que se han realizado en Villel de Mesa en esta legislatura con fondos de la Institución Provincial, como la pavimentación con adoquinado en la plaza de la iglesia y en la calle de la Bajadilla a través de los Planes Provinciales, y que ha supuesto otra inversión de 50.000 euros.
Además, tal como recordó el alcalde, con el plan de Obras Hidráulicas de la Diputación, “hemos hecho también la traída de agua de la captación, con dos fases de 35.000 euros cada una, que también era muy necesaria porque había que sustituir la tubería de uralita por la nueva de PVC y ahora viene mucho más caudal, que es muy importante de cara al verano”.
Por otra parte, a través del FOCODEM, que en sus dos convocatorias ha asignado 20.000 euros a Villel de Mesa, se ha acondicionado un local como establecimiento comercial. “La tienda, que la ha cogido una persona del pueblo, está dando un gran servicio”, destacaba el alcalde.