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18 noviembre 2024
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Reducir las secuelas del COVID depende de estos sanitarios en Guadalajara

Estas secuelas van desde lesiones de hombro, principalmente por la posición en decúbito prono en el caso pacientes intubados, a problemas para hablar y comer debido a los daños en las cuerdas vocales por la intubación, pasando por pérdida de fuerza muscular, afectación pulmonar o lesiones neurológicas.

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El servicio de Rehabilitación del Área Integrada de Guadalajara tiene una consulta específica para atender a los pacientes con secuelas físicas por el COVID. Son ya más de 150 pacientes los que han pasado por sus manos, desde la puesta en marcha del servicio en el verano de 2020.

Para pacientes que han pasado el COVID y pueden presentar este tipo de problemas, la recomendación general es practicar actividad física de manera gradual para revertir los efectos y secuelas de la enfermedad y si, pese a ello, la persona se sigue encontrando muy fatigada y débil, debe acudir a su profesional de Atención Primaria, quien valorará si es necesario derivarle.

Estas secuelas, ha precisado la doctora Rosario Hernández Alfaro, médico rehabilitadora del Hospital Universitario de Guadalajara, van desde lesiones de hombro, principalmente por la posición en decúbito prono en el caso pacientes intubados, a problemas para hablar y comer debido a los daños en las cuerdas vocales por la intubación, pasando por pérdida de fuerza muscular, afectación pulmonar o lesiones neurológicas, como pies equinos que dificultan la marcha y autonomía de los pacientes.

«Se trata de atender las secuelas que ha dejado la COVID-19 mediante rehabilitación motora, respiratoria o de la deglución, tanto en pacientes que precisaron ingreso hospitalario como en otros pacientes que pasaron la enfermedad sin haber sido ingresados, que en ocasiones llegan en una situación incluso peor que la de los pacientes que requirieron ingreso», ha señalado.

Para ello, se realiza una valoración integral del paciente. En una primera visita se le somete a un examen físico que comprende la toma de tensión arterial, saturación de oxígeno o frecuencia cardiaca y se mide su presión inspiratoria y espiratoria. Asimismo, se hacen pruebas de fuerza y musculatura y se les somete a una sencilla prueba de marcha para comprobar la velocidad de la misma, la aparición de disnea o si la frecuencia cardiaca se mantiene o dispara durante la actividad física.

Tras esta valoración global del paciente se prescribe un tratamiento individualizado para realizar de manera ambulatoria en las diferentes áreas terapéuticas de Rehabilitación como son Fisioterapia, Logopedia y Terapia Ocupacional, o se le remite para su valoración por parte de otros servicios como Neumología, Neurología, Cardiología o Dermatología, entre otros.

Para todo ello, el equipo implicado en esta consulta específica de Rehabilitación post COVID cuenta con médicos rehabilitadores, personal de enfermería, fisioterapeutas, logopedas, terapeutas ocupacionales, auxiliares y celadores, entre otros, que trabajan de manera coordinada entre sí y con otros servicios del hospital.

Estos pacientes son remitidos a Rehabilitación desde otros servicios hospitalarios y también por parte de los profesionales de Atención Primaria.

Pacientes con afectación psicológica

El objetivo del tratamiento es que el paciente sea lo más funcional posible y se le trata hasta su recuperación o hasta alcanzar el techo terapéutico.

Los pacientes suelen presentar una afectación psicológica y en muchos casos precisan apoyo para atender el estrés postraumático y la frustración que surge cuando la recuperación avanza más despacio de lo esperado. En este sentido, ha advertido la doctora Hernández, «la mayoría de pacientes sí recupera funcionalidad pero hay una minoría en los que persiste una fibrosis pulmonar, así como lesiones nerviosas asociadas y dificultad para respirar y caminar».

El servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario de Guadalajara viene trabajando desde inicio de la crisis sanitaria en la atención a los pacientes COVID, en muchos casos aplicando tratamientos de fisioterapia desde la propia Unidad de Cuidados Intensivos debido al deterioro funcional, lesiones neurológicas periféricas y a la debilidad que presentaban los pacientes tras un largo periodo de intubación que les impide moverse, ponerse de pie y andar.

Se crearon para ello equipos para el tratamiento integral de la denominada Debilidad Adquirida en la Unidad de Cuidados Intensivos (Dauci), consistente en la atrofia o pérdida de masa muscular y limitaciones motoras y respiratorias. Con ello conseguían mejoría funcional, pero en muchos de los casos no lo suficiente para la integración a las actividades de la vida diaria y laboral, por lo que los distintos servicios de Rehabilitación estimaron la necesidad de crear consultas postCovid para el seguimiento y tratamiento ambulatorio.

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