La empresa que desde hace años vienen implantando la llamada Red de Calor en Guadalajara, crece. Tanto es así que el Ayuntamiento les acaba de conceder licencia para una tercera caldera en sus instalaciones de la calle Méjico, en el polígono del Balconcillo.
De forma recurrente, los vecinos de la capital tienen conocimiento de sus trabajos por las numerosas zanjas que abren, o reabren, en las calles de la ciudad.
El suministro de agua caliente se hace quemando madera procedente de restos de montes, lo que se suele conocer como biomasa.
Después de empezar a implantarse en Soria dieron el salto a Guadalajara, para posteriormente llegar a Cuenca y, en fecha más reciente, a la localidad madrileña de Móstoles.