El Día Mundial del Urbanismo se celebra en más de 30 países, con objetivos comunes tan importantes como el que reza el título de este artículo de opinión. Este 8 de noviembre es una fecha señalada para unir esfuerzos en la ardua tarea de llevar a cabo un desarrollo sostenible de nuestra ciudad, máxime cuando acaba de finalizar la cumbre del clima y hemos de conseguir los objetivos propuestos.
Por todos es sabido que Guadalajara tiene mucha “tela que cortar” en esta área; y desde hace dos años estamos trabajando para abordar cada uno de estos asuntos.
Porque tras años de esfuerzos en la rehabilitación y revitalización del casco histórico, también tenemos que afrontar la obsolescencia y el deterioro funcional y constructivo de los barrios construidos en los años 50, 60 y 70, donde los inmuebles han agotado su “fecha de caducidad”.
Las viviendas disponen de un tamaño insuficiente respecto a los estándares actuales; están carentes de equipamientos básicos como ascensores o aparcamientos; y, además, se ha producido un deterioro del espacio público entre las viviendas, convertido en tierra de nadie del cual nadie se ocupa, ni la administración, ni los particulares.
Ambas estrategias serán, sin duda, el objetivo de la política urbana municipal de los próximos años. Será necesario, para hacer de nuestra ciudad una ciudad sostenible, actuar sobre la regeneración y renovación de la ciudad consolidada; “construir sobre lo ya construido”, ocupar vacíos urbanos y dar el paso firme hacia una mayor densificación para resolver la necesidad de vivienda sin ocupar más suelo.
Asimismo, crecer en altura en lugar de horizontalmente, como ha ocurrido en los últimos años, por lo que habrá de ser una exigencia del urbanismo para lograr una ciudad sostenible.
Porque la sostenibilidad tiene una dimensión ambiental, social, y económica; por tanto, es crucial, y lo que tenemos que lograr es poder medirla. Reverdecer nuestra ciudad, reverdecer nuestro territorio, todas estas acciones van en la buena dirección de la sostenibilidad y al mismo tiempo mitigan las emisiones de carbono y, ésta puede ser la manera de medir la mejora de la sostenibilidad.
Pero además de intervenir en la nueva ciudad, como decía anteriormente, es necesario consolidar nuestro casco urbano y en esas medidas también estamos trabajando. Por ponerles un ejemplo: a principios de año publicamos el mapa de solares del centro Guadalajara, con el objetivo de estimular su edificación; y hoy, nueve meses después, podemos decir que, volvemos a dar otro paso en esta tarea con el desarrollo de siete PAES en el Casco Histórico.
Estamos siendo valientes. Estos Programas de Actuación Edificadora, que se abren porque el propietario ha incumplido los plazos para edificar, son una herramienta prevista en la Lotau, que indica que el propietario de un solar tiene dos años para edificar, y si no lo hace, puede venir otra empresa y solicitar un PAE y proponer una nueva edificación.
Desde la Concejalía de Urbanismo estamos trabajando para que se agilice al máximo este proceso; y somos de las pocas ciudades de España que se ha atrevido a afrontar esta situación y aceptar la tramitación de esta herramienta.
El urbanismo es una de las áreas más importantes dentro del gobierno de una ciudad; y probablemente una de las más difíciles de gestionar. Sin embargo, trabajando de forma transversal con otras delegaciones, escuchando a los colegios profesionales, y apoyando la iniciativa empresarial, por ejemplo: poniendo en marcha convocatorias como las ayudas a la rehabilitación, o para la realización de estudios arqueológicos, conseguimos que un Casco Histórico que estaba abandonado comience a ser atractivo para posibles constructores. Esta es la línea de trabajo de la concejalía para lograr acabar con los solares del centro de la ciudad.
Celebramos este Día Mundial del Urbanismo con la estrategia de trabajo diseñada para lograr la ciudad del futuro que queremos, y con la firme convicción que con trabajo y esfuerzo lograremos que Guadalajara sea una ciudad que gane en sostenibilidad y, por tanto, en accesibilidad, en comodidad para los peatones, especialmente para niños y mayores, y en la descarbonización; en definitiva, la ciudad que todos queremos.