A comienzos del pasado mes de marzo se decidía en el Ayuntamiento de Guadalajara, gobernado por PSOE y Ciudadanos, que una propiedad municipal pasara a manos privadas. Desde ese momento y hasta el año 2051, el auditorio del Barranco del Alamín será de “Abeja Sonora”, una sociedad limitada con domicilio en el Bulevar de Entrepeñas. La cesión por tan largo período se justificaba en la inmediata puesta en servicio de este recinto. La obras iban a acometerse tan rápidamente que incluso se barajaba con abrir las puertas antes de finalizar abril, pero no ha sido así.
Hace casi dos meses, uno de los representantes de Abeja Sonora, Ismael Sánchez, conocido por su trayectoria musical como bajista de “Despistaos”, expresaba la intención de que la instalación pudiera abrir sus puertas “cuanto antes”, fijando la segunda quincena de ese mismo mes como posible fecha de arranque de la actividad aunque “todo depende del ritmo de las obras y también de la evolución del Covid”.
El mismo deterioro de siempre
Como se puede comprobar en las imágenes adjuntas, nada ha cambiado en la situación de deterioro del pequeño anfiteatro, salvo que ahora es de propiedad privada. Fuentes municipales consultadas por LA CRÓNICA argumentan que el retraso se debe a la demora de la empresa que suministra la electricidad en esa zona, que no asegura todavía la potencia requerida para iniciar los trabajos.
El auditorio lleva el nombre del alcarreño Pedro Díaz, el batería de «Los Secretos», que falleció en accidente de tráfico. Fue construido en el año 2002. Ha tenido siempre escaso uso y permanece cerrado desde hace una década. Su aforo teórico es de 1.850 espectadores.
La concejala Lucía de Luz defendió el 10 de marzo la gestión realizada como «una concesión de futuro», a treinta años, por una remodelación integral cuya valoración se aproxima a los 350.000 euros, que correrá a cargo de la empresa concesionaria y que es imperativo realizar como primer paso para aprovechar un recinto casi arrasado. «El abandono de las instalaciones durante más de una década ha hecho estragos en su estructura, como se puede comprobar» resaltaba la edil. En efecto, aún se puede comprobar.