En este mismo establecimiento empezó su padre hace seis décadas con la venta de vino a granel y media docena de referencias. Ahora está en el medio millar. Aquel pionero que fue Valentín Moreno sentó cátedra de buen comerciante y la saga ha continuado, con distintos enfoques.
Lo que era calle de la División Azul se rebautizó hace ya muchos años como calle del Ferial y es allí donde abre sus puertas la «Bodega Carlos Moreno». Este sumiller de vocación reconoce que dedica gran parte de su tiempo a viajar por toda España para descubrir y probar vinos nuevos. «Me gusta salirme un poco de lo clásico», apunta en entrevista de Europa Press para LA CRÓNICA. Tiene claro que el mundo del vino, en general, no pasa por su mejor momento.
Aquí se encuentran vinos buenos, básicos, a 5 euros pero también un Petrus que acaba de vender en subasta por 4.000 euros. Lo mismo se puede decir de sus champagnes, de lo esencial a lo más refinado. Entre la clientela, lo que más se busca son los vinos hasta el entorno de los 15 euros.
Carlos Moreno no vende online para garantizar el trato directo con el cliente y el consejo, si se le requiere. Y precisamente, de consejos hablamos:
De cara a la temporada navideña, recomienda como su producto estrella el vino Verónica Salgado, un ribera que cree que «se debe probar y conocer y que se ajusta a precio».
También apunta algunos caldos de Castilla-La Mancha «muy interesantes». Entre ellos, se postula por una de las bodegas que considera de mayor peso hoy como es Finca La Antigua, en Los Hinojosos (Cuenca); y en blancos, se posiciona por la bodega Quinta de Aves, en Moral de Calatrava (Ciudad Real).
¿Vinos de Guadalajara? Los hay y de calidad
En el caso de Guadalajara, Carlos Moreno tiene claro que desde hace unos años en la provincia «se están poniendo las pilas». El camino lo marca la bodegas Finca Río Negro, de la que en LA CRÓNICA hay sobradas referencias como se puede confirmar al pie de esta información. A nuestro consejero de esta ocasión le agrada la gama de vinos, amplia. También destaca «un blanco impresionante» que considera que «va a dar mucho que hablar», de la bodega Alto de Pioz.
Del mismo modo, le ha sorprendido gratamente Convento de Cogolludo y remarca la trayectoria de bodegas como Mariscal. No obstante, siente que «no somos profetas en nuestra tierra». entre tanta variedad como la que hay en este establecimiento, las referencias más demandadas, con diferencia, siguen siendo los Ribera.
Menos tintos, más blancos
El consumo ha disminuido, especialmente el de los tintos, mientras que ha aumentado el de blancos y rosados, y lo atribuye a que son más ligeros y fáciles de beber, menos complejos, con menos grado y «más divertidos», detalla mientras nos muestra su bodega, en cuyas vitrinas se pueden ver primeras marcas tanto en vinos como cavas y también alguna reliquia que conserva con cariño.
Un establecimiento en el que tiene vinos buenos básicos a cinco euros hasta un Chateau Petrus que acaba de vender en subasta por 4.000 euros y lo mismo se puede decir de sus champagnes. Entre su público, lo que está triunfando hoy en día son los vinos de entre cinco y 15 euros, subraya.
Carlos Moreno no vende online porque para él el trato directo con el cliente no puede falta. De momento, no quiere renunciar a ello, aunque el tiempo lo dirá.
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