Ni te lo pierdas ni te pierdas cuando llegues a Lisboa en tu próximo viaje. La capital de Portugal es uno de esos destinos que merece ser visitado con tranquilidad, para disfrutar durante el camino de la belleza de sus calles… y sabiendo a dónde hay que ir, qué conocer. Puedes intentar moverte con tu coche, atendiendo siempre a las nuevas limitaciones, aunque comprobarás que no es necesario moverte con tu propio vehículo.
El casco histórico de la capital portuguesa es el punto de partida perfecto para descubrir sus principales atractivos turísticos. Para recorrerlo y visitar lugares tan emblemáticos como la Praça do Comércio, la Catedral (la Sé), la Praça do Rossio o el Castelo de São Jorge, entre otros, nada mejor que montar en el icónico Tranvía 28, el más popular de todos, que conecta los barrios de Graça, Alfama, Baixa y Estrela. Su antigüedad y larga tradición lo convierten, más que en un medio de transporte, en una atracción turística muy admirada por los visitantes.
El barrio de Belém es uno de los más significativos de Lisboa, ya que alberga monumentos históricos entre los como la Torre de Belém, el Mosteiro dos Jerónimos y el Padrão dos Descobrimentos, por lo que es de visita obligada. Esta zona se encuentra a unos 30 minutos del centro de la ciudad y hay varias posibilidades para llegar a ella, como el tranvía número 15 y el autobús número 28.
Otra de las áreas que ningún turista debe perderse durante su visita a Lisboa es el Parque das Nações, perfecta para pasar un día completo paseando por la ribera del río Tajo (Tejo), montando en su teleférico y visitando el famoso Oceanário. Esta zona está algo más alejada del centro, por lo que es recomendable acercarse en autobús o metro.
También es posible admirar la belleza e inmensidad del río navegando por el mismo con un crucero fluvial. Hay una amplia red de embarcaciones que, diariamente, ofrecen a los turistas experiencias memorables a bordo de catamaranes o grandes ferries. Uno de los trayectos más habituales es el que conecta las estaciones de Cais do Sodré y Cacilhas. Si lo tomas por la tarde desde la ciudad y has reservado mesa en uno de los restaurantes de la orilla, en lo que fueron antiguos almacenes, podrás compartir mesa y mantel con tu pareja en una experiencia inolvidable.
La moda de la bicicleta también ha llegado a Lisboa
La forma más ecológica y sostenible con el medio ambiente para explorar Lisboa por cuenta propia es la bicicleta. Lisboa posee una red de ciclovías muy consolidada con la que es posible conocer todos los puntos de interés y, además, existen numerosas empresas de alquiler que ofrecen buenas tarifas.
Asimismo, desde la capital lusa se pueden realizar múltiples excursiones a destinos como Sintra, Cascais, Sesimbra… que cuentan con ricos patrimonios y playas perfectas para la práctica de actividades acuáticas.
La conexión en tren de cercanías con los municipios más cercanos es cómoda, rápida y brinda precios asequibles. Desde la Estação de Rossio, que destaca por su gran belleza, se puede viajar en menos de una hora a la villa de Sintra; para conocer Cascais, la mejor forma es partir desde la estación de Cais do Sodré; y el tren que viaja hasta Setúbal, sale desde la Estación Roma-Areeiro.
Para disfrutar de transporte gratuito durante la estancia en Lisboa, es recomendable adquirir la Lisboa Card, de diferentes días de duración (24 horas, 48 horas y 72 horas) y con precios muy asequibles. Asimismo, incluye visitas a los principales museos y monumentos y ofrece descuentos en restaurantes, tiendas, etc.