Nos acabamos de enterar de que Daniel Jiménez, tantos años concejal del Ayuntamiento de Guadalajara, ha dejado de ser consejero de Navantia. ¿Y qué es Navantia? La empresa pública que se dedica a construir barcos militares y civiles de alta tecnología, último reducto de los antaño competitivos astilleros españoles. ¿Y qué hacía el alcarreño en Navantia? Pues porque allí le había mandado el PSOE, coincidiendo con la etapa ministerial de Magdalena Valerio.
Hasta la fecha, de Jiménez sabíamos que había navegado por el río Henares, antes de adentrarse en las aguas turbulentas de la política nacional. Pero nada más. Intentó ser alcalde allí donde también fracasó su jefa Magdalena, tras pasar muchos años de asesor de la Junta de Comunidades, ya con Bono, tierras que también holló la que luego llegó a ministra. Pero entre tanto trasiego de cargos desconocíamos de Daniel Jiménez Díaz sus conocimientos empresariales aplicados a las fragatas y barcos de diverso calado.
Quien le ha quitado el puesto es José Manuel Peñas, ex diputado de En Marea-Podemos y director adjunto del gabinete de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz… que es la que manda ahora en donde en tiempos anduvo y manduvo Valerio. De hecho, el guadalajareño se sentaba entre los demás consejeros por lo mismo que su sucesor, como cualquiera que se preocupe en hacerlo puede comprobar:
Visto lo cual, más que la pérdida de eventuales haberes para el paisano lo que nos debiera preocupar es la tardanza en el relevo. Como los ministros de Podemos se ocupen de todo con tanta diligencia… apañados vamos. Y, en efecto, apañados vamos yendo.