Con un «Viva Castilla-La Mancha» y un «Viva España» ha terminado este jueves su intervención en las Cortes de Castilla-La Mancha. El discurso era importante, puesto que venía a colación de su renovación como presidente del parlamento regional, puesto el azudense que viene desempeñando desde 2019.
Bellido ha pedido a los 33 diputados que han jurado o prometido su cargo en esta jornada de constitución de la cámara, que no caigan en el «ensimismamiento» en la defensa de sus posiciones cuando ejerzan el uso de la palabra desde la tribuna de oradores.
En su intervención, ha instado a todos los parlamentarios a «anteponer los intereses de esta tierra» a cualquier objetivo «partidario o personal».
Para todo ello, ha urgido a «dialogar, pactar, acordar», algo que «no es sinónimo de debilidad, sino de fortaleza y compromiso con la tierra».
En su alocución, ha considerado que la autonomía de la región se sustenta «en la igualdad», ya que el objetivo de su creación fue «no querer ser más, ni tolerar ser menos».
Una premisa con la que la región creció «sin querer privilegios ni prebendas» desde el convencimiento del «peso específico» de Castilla-La Mancha.
La región «es producto de la mejor España, la que emana de la Constitución», y en Castilla-La Mancha «se ancló el origen» en esa Carta Magna.
Tras reconocer la «audacia» de quienes hace 40 años aprovecharon la Constitución para «construir y multiplicar», ha mostrado el orgullo de ser «parte de España» para contribuir al avance del país.
«Hoy constituimos las nuevas Cortes de Castilla-La Mancha. Venimos a parlamentar, a hablar y escuchar, a usar la palabra para defender ideas, dialogar, debatir, persuadir, ojalá también para acordar», ha indicado.
Ahora, arrancará su ronda de contactos con los grupos parlamentarios como paso previo a que se pueda elegir nuevo presidente del Gobierno autonómico, que será Emiliano García-Page por tercera vez consecutiva.