Desde el pasado verano, la iglesia de San Nicolás El Real, en Guadalajara, está en obras. Este bello ejemplo de arquitectura jesuítica, en pleno centro de Guadalajara, está siendo sometido a trabajos de reforma. Hace no muchos años ya se llevó a cabo una profunda mejora de todos los tejados, incluido el lucernario.
Ha sido en el estudio arqueológico previo, una vez dejado al descubierto el subsuelo de la nave central y de las capillas laterales, cuando han aparecido varios enterramientos que han tenido que ser documentados.
Uno de esos enterramientos ha aparecido junto a la estatua yacente del caballero Campuzano, sepultura de finales del siglo XV y uno de los tesoros de esta iglesia. Lo que se ha definido por los técnicos como cámara sepulcral se ha vuelto a sellar.
Otros enterramientos estaban diseminados por el templo, especialmente en la nave central, en conjunto alrededor de una docena. Los restos aparecidos se han agrupado y depositado en una cripta, de reducidas dimensiones, que se ha descubierto también bajo el presbiterio.
Desde 1943 la Iglesia prohíbe los enterramientos en los templos, que durante siglos han sido algo muy común. Las únicas excepciones que se contemplan son el Papa, los cardenales y los obispos diocesanos. Sí se permiten en las criptas, si existen.
Junto con todo esto, se ha identificado una lauda gótica, llegada hasta allí en el traslado de la antigua iglesia de San Nicolás y que se utilizaba como peldaño en la entrada de la iglesia. Los arqueólogos la han traslado junto a otras piezas semejantes a la capilla de la Virgen de la Milagrosa.
Otro hallazgo reseñable ha sido el de un pozo respiradero, en la capilla de la Virgen del Pilar.
Unas obras planteadas para quitar humedades
Aún habrá que dedicar tiempo, y dinero, para conseguir ver terminada esta reforma. El templo, como bien conocen los fieles, sufre de manera persistente de la humedad que es común a muchos edificios antiguos del centro de Guadalajara. Aflora por capilaridad, sube desde la cimentación hasta los muros, llegando a alturas más que visibles.
La alternativa técnica que se va a probar es una cámara de aire con casetones de material plástico y, sobre ella, se verterá una solera de hormigón. Al pie de los muros, en los zócalos, se habilitarán también respiraderos, para garantizar la circulación del aire.
Lo que más notarán los feligreses será la nueva pintura del interior de la iglesia y también, a lo largo de todo el año, el nuevo sistema de acondicionamiento por suelo radiante. Servirá para aportar tanto calor como refrigeración. Es el sistema conocido como aerotermia, que promete ser al mismo tiempo eficiente y económico.
Las obras se han aprovechado para sustituir la deficiente y anticuada instalación eléctrica, así como para cambiar la tubería que conectaba la sacristía con la general, plagada de fugas.
Para asegurar la financiación de esta ambiciosa reforma se han abierto sendas cuentas en Ibercaja y en el banco Santander, en las que quien lo desee puede realizar su aportación.