Lo anunció LA CRÓNICA hace meses y se ha terminado cumpliendo, incluso sin margen para que el actual equipo municipal de gobierno presente públicamente el proyecto, puesto que se lo impide ya la Ley Electoral. Según ha podido comprobar este diario, se encuentra publicada la licitación de las obras que afectarán por espacio de un año a la travesía de Santo Domingo, calle Cervantes, plaza de la Virgen de la Antigua y calle Ángel Martín Puebla. El coste previsto es de dos millones de euros, que puede reducirse si alguna empresa hace ofertas a la baja. Una parte sustancial de ese dinero deberá llegar desde Europa. El precio será el criterio más importante para la adjudicación, ya que aporta el 65% de los puntos en juego.
Del éxito de la convocatoria en el sector de la obra pública saldremos de dudas muy pronto, ya que se ha fijado el límite de presentación de ofertas en la medianoche del próximo 18 de abril, lo que induce a pensar que a las empresas y a las eventuales UTE la licitación no les ha pillado por sorpresa en ningún caso.
Se ha proyectado la renovación del pavimento en la totalidad de las aceras y zonas estanciales de la calle Cervantes con baldosa de granito de 60×40 y menores. En la travesía de Santo Domingo, se realizarán actuaciones puntuales en zonas deterioradas y en las baldosas en la que existen bolardos, una vez se retiren todos. En los vados de garajes, el tipo de pavimento previsto es adoquín de granito de color negro.
En la delimitación entre la acera y la calzada, y de los disntos elementos que conforman las vías, se colocará una canaleta recta o curva de granito.
Toda la calzada será levantada. La nueva se ejecutará con «pavimento pavimento bicomponente continuo en frío, de absorción de impactos y ruidos al tránsito rodado, con protección fotocatalítica, resistentes a los rayos UV y a los agentes atmosféricos, disminución de NOx ambiental , constituido por gránulos de caucho seleccionado, áridos silíceos, aditivos orgánicos y pigmentos y polioles como ligantes», según consta en la memoria técnica.
Quitarán las plazas de aparcamiento, incluso en zona azul o roja
La consecuencia más directa la sufrirán, cuando todo termine, los conductores, que perderán un buen número de plazas de aparcamiento, tanto en zona azul (en rotación) como en zona roja, que es la que está reservada a los residentes, que también pagan por ello una cantidad al año. Mientras duren los trabajos, afectarán por igual a conductores, peatones, pacientes del centro de salud y a los clientes de la hostelería y el comercio de la zona.
La primera vez que se habló de esto fue el 16 de febrero de 2022 en la mesa de movilidad del Ayuntamiento de Guadalajara. Ahí ya se vio que el proyecto suponía eliminar las 8 plazas de aparcamiento de la travesía de Santo Domingo, las 10 de residentes y las 10 de zona azul de la calle Cervantes y todas las que rodean al Mercado de Abastos, tanto azules como rojas.
En el informe de movilidad redactado se llega a afirmar, textualmente, que se trata de «calles que tienen poco tráfico por las que no circula el servicio de transporte público regular de autobuses». Unos cientos de folios más allá, los que realizaron el pasado verano alguna catas arqueológicas preliminares en la calle Cervantes aceleraron todo lo que pudieron el encargo para no interrumpir «el tráfico por un período de tiempo inasumible en una de las arterias que vertebran la circulación en el casco urbano de Guadalajara». Disparidad de criterios.
Ese mismo equipo que levantó parte del suelo en varis puntos estima que «no es necesaria la aplicación de ninguna medida correctora de carácter arqueológico o patrimonial posterior a la emisión de este informe, dado además el poco impacto que tendrá la remodelación sobre el subsuelo de la calle Cervantes». Allí fue, recordemos, donde hace años y en la obra para levantar una vivienda aparecieron los restos del «ataifor» medieval al que tanta relevancia histórica se le ha concedido.
La primera vez que se habló de la reforma de estas calles fue el 16 de febrero de 2022 en la mesa de movilidad del Ayuntamiento de Guadalajara. Ahí ya se vio que el proyecto suponía eliminar las 8 plazas de aparcamiento de la travesía de Santo Domingo, las 10 de residentes y las 10 de zona azul de la calle Cervantes y todas las que rodean al Mercado de Abastos, tanto azules como rojas. La alternativa para los residentes, presumiblemente, será ocupar las plazas «blancas» que ahora existen en Antonio Cañadas, que se quedaría sin el aparcamiento gratuito (y habitualmente disputado) que ahora existe.
«El casco estaba malito», dice Alberto Rojo
«Estamos trabajando de una manera ordenada», afirmaba Alberto Rojo en un acto celebrado en Toledo en el que se anunció este proyecto, junto con el de otras capitales de la región, el pasado mes de diciembre. Según lo definió Rojo aquel día, estas y otras obras son necesarias para solucionar los problemas de un casco que, según su propia expresión, «estaba malito» pero se está «poniendo en forma» gracias a la actividad del Gobierno municipal con intervenciones que se deben compatibilizar con la implantación de una zona de bajas emisiones «perfectamente estructurada y hablada con la ciudad».
