El arquitecto guadalajareño Julio Palomino ha recibido una Mención de Honor en el Concurso ‘Cool Abu Dhabi Challenge’ convocado por el Ministerio de Transportes de Emiratos Árabes para hacer habitables los espacios urbanos existentes entre un edificio y otro. El gran aval del arquitecto guadalajareño son las bóvedas tabicadas a las que lleva dedicadas al menos una década de trabajo.
El clima extremo que sufre Abu Dhabi, donde incluso el paseo es complicado sin sufrir las consecuencias de las altas temperaturas y la exposición al sol y el hecho de que los espacios urbanos existentes entre un edificio y otro no tengan utilidad y solo generan grandes solares, llevaron al Ministerio de Transportes de Emiratos Árabes a convocar un concurso de ideas para hacer habitables estos espacios públicos urbanos en la capital, incluso cuando las temperaturas llegan a los 50ºC.
El proyecto de Palomino, reconocido con la Mención de Honor, consiste en la creación de un gran espacio abovedado, con patios interiores ajardinados y canales de agua en el suelo al modo tradicional para dotar de humedad y frescor al ambiente, junto con las plantas y la sombra y la recuperación de las tradicionales torres de viento.
La parte superior de las bóvedas alberga un jardín desértico transitable, reduciendo así el impacto visual de la construcción desde los edificios colindantes. La principal novedad de esta propuesta es que se podría construir tanto de manera manual como con técnicas de impresión 3D.
El equipo del proyecto lo han formado, además de Julio Jesús Palomino, Margarita Luxán, especialista en arquitectura bioclimática y Julio Palomino (estudiante) autor de los dibujos y maquetaciones del proyecto ahora distinguido en Abu Dhabi.
A raíz de la Mención recibida, el grupo ha puesto en marcha en colaboración con una empresa de ámbito internacional una investigación sobre construcción de bóvedas con impresión 3D y construcción automatizada, como continuación de la investigación en la que Julio Jesús lleva trabajando una década.
Una larga trayectoria profesional
Palomino sigue trabajando en el uso de las bóvedas tabicadas como elemento de diseño y uso en obras reales, como el espacio cubierto en el Parque de la Convivencia de Marchamalo (Mención de Honor en los premios MATCOAM 2019) o la rehabilitación del antiguo restaurante del Zoo de Guadalajara, actualmente en construcción, en colaboración con Rafael Casas Mayoral.
Sin embargo, el primer acercamiento de Palomino al mundo de las bóvedas tabicadas fue en el año 2011, cuando junto al maestro Manuel Fortea, reconstruyeron la cúpula de la iglesia parroquial de Valverde de los Arroyos. Allí construyeron una cúpula semi-elíptica de dos hojas que sustituía a la preexistente encamonada y en ruinas.
Durante los últimos años, Palomino ha seguido realizando trabajos de investigación y obras, simposios, conferencias, talleres y formación.
Precisamente en su vertiente como investigador, Julio Jesús Palomino ha sido impulsor, igualmente junto a Manuel Fortea, del grupo ‘Taller de Bóvedas’, que ha contado con subvenciones y apoyo en su divulgación en varias de sus ediciones por parte de la demarcación de Guadalajara del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha.
Julio Jesús Palomino acumula una dilatada experiencia en todo tipo de construcciones, por sus trabajos en restauración de edificios antiguos. Por los trabajos de restauración de varias iglesias en la comarca de la Arquitectura Negra, en el año 2013 obtuvo la Mención de Honor en el Premio Rafael Manzano Martos de Arquitectura clásica y Restauración de Monumentos
Por el trabajo en bóvedas tabicadas fue reconocido en el año 2019 con varios premios y menciones, nacionales e internacionales (Spark Awards en Estados Unidos y la Mención de Honor en los Premios MATCOAM).
También esto le ha llevado a colaborar con estudios de arquitectura e ingenieria de primer nivel como S.O.M. (Skidmore Owings &Merrrill), junto al que participó en la exposición ‘Mas allá de la Estructura’, que se pudo admirar en la sala de Exposiciones del COAM, en la primavera de 2019.
Un millar de proyectos participantes
La convocatoria, a la que se presentaron más de mil proyectos de los que solo entraron en concurso alrededor de trescientos, incluía requisitos muy estrictos en cuanto a eficiencia energética y al uso de técnicas pasivas de control de temperatura en espacios urbanos.
La publicación de las bases se efectuó a finales del año 2019, abriendo con ello un plazo de trabajos que se prolongó hasta principios del mes de abril. El fallo del jurado se vio retrasado por la pandemia, pero finalmente, ya en otoño, se hizo la comunicación de los diez proyectos premiados y las seis menciones de honor otorgadas.
Para paliar el estrés térmico de Abu Dhabi, las propuestas debían, con el mínimo gasto de energía posible, mediante proyectos de ingeniería, de diseño, científicos o de plantaciones, maximizando los medios pasivos de regulación térmica y minimizando el uso de sistemas de control de temperatura activos como aires acondicionados, conseguir la mayor confortabilidad posible, dentro de espacios estéticamente concordantes con los edificios existentes y las tradiciones del país.