Una firma, una alcaldesa y un teniente de alcalde. Eso es lo que se ha producido esta mañana en el Casino Principal, a escasos metros de las pinturas de Carlos Santiesteban, de la mano de Ana Guarinos y Javier Toquero. Se daba por hecho desde hace días, cuando los medios nacionales daban por alcanzado el acuerdo, que este diario confirmaba que no se había rubricado. Se ha hecho este 16 de junio, en víspera de la toma de la constitución de la nueva Corporación.
Los votantes, y los lectores de LA CRONICA también, deberán esperar a conocer el reparto de funciones de cada concejal. Las delegaciones y sus titulares no se desvelarán hasta la próxima semana, lo único que han confirmado ambos.
«Los miembros de Vox en Guadalajara son personas normales y corrientes», ha concluido la futura alcaldesa ante los reparos de quienes consideran a la formación de Santiago Abascal como de ultraderecha. Esfuerzos baldíos, puesto que en el turno de preguntas, numerosos periodistas han dado protagonismo a esa adscripción más que a las conjeturas sobre la futura gestión municipal.
Ha sido Ana Guarinos quien ha tomado el turno de palabra para abrir el acto, el primero con los dos cabezas de lista juntos frente a los periodistas. Lo ha hecho leyendo unas notas, algo poco habitual en ella.
Ha definido Guarinos el pacto entre ambas fuerzas como «una obligación», incluida la de garantizar la gobernabilidad en el Ayuntamiento. «La gente ha votado cambio el 28 de mayo», ha enfatizado.
«Este acuerdo es lo mejor para Guadalajara, estamos convencidos». La Alcaldía y 8 concejalías, para el PP; la primera Tenencia de Alcaldía y tres concejalías, para Vox. Todo normal, dentro de lo previsible.
«Personas» y «gente» ha vuelto a ser en este caso el argumento insistente en la explicación, genérica, dada por Guarinos. Durante los cuatro años previos, Alberto Rojo también aludía al gobierno de las personas, de la gente. En eso, se diría que nada ha cambiado, aunque la evidencia es que mucho, incluso involuntariamente, terminará por cambiar.
Guarinos ha apelado al deporte como forma de promoción de la ciudad, la cultura sin lastres ideológicos, un «urbanismo ordenado» que sea «cómodo para el viandante» pero que tampoco proscriba el automóvil… Una cuadratura del círculo, en algunos casos, como se puede advertir.
En su turno, Javier Toquero, ha subrayado que «han aceptado este encargo de la ciudadanía», considerando que «es un problema real, que se puede conseguir, con trabajo, con paciencia, con ideas y con buena aportación por parte de todo». «Va a ser un equipo de gobierno, no van a ser dos». «Vamos a ver qué nos encontramos y que dentro de cuatro años podamos decir que ha merecido la pena». «Estamos muy dispuestos a trabajar por Guadalajara como nunca se ha hecho».