Las lluvias muy abundantes de esta semana, que incluso han dejado más cantidad de precipitación en un día que en todo el mes en numerosos puntos de Levante, no podrán evitar que la primavera de 2023 sea muy probablemente la más seca en España desde que hay registros, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
En buena parte de la mitad oriental de la península y Baleares podrán registrar este martes y miércoles chubascos fuertes o localmente muy fuertes y en algunos casos irán acompañados de tormenta y granizo.
Las precipitaciones irán remitiendo el jueves, cuando ya solo lloverá en el tercio oriental de la Península y Baleares, mientras que el viernes podrían caer en amplias zonas de la Península.
Pese a las cantidades recogidas, algunas de intensidad torrencial, desde el 1 de marzo hasta el 21 de mayo han caído en España 48 litros por metro cuadrado, por lo que esta es la primavera más seca de toda la serie histórica, que comenzó en 1961.
El portavoz subraya que incluso se está «lejos aún» de alcanzar la primavera de 1995, en la que cayeron 86 litros por metro cuadrado y era, hasta ahora la más seca. Sin embargo, no descarta que las precipitaciones de aquí a final de mes superen esa cantidad.
Finalmente, hasta completar el recuento definitivo de lluvias en el mes de mayo, Del Campo confirma que se tratará de una primavera «muy seca», ya que el promedio para la estación normal es de 180 litros por metro cuadrado y de momento «tan solo» han caído 48 litros por metro cuadrado.
«Estas lluvias algo van a sumar, está claro», admite el portavoz que, sin embargo, avisa de que las lluvias de estos días no paliarán la sequía. En algunas zonas se reducirá el déficit de precipitaciones, especialmente en el sureste peninsular y otras áreas de la vertiente mediterránea, donde la sequía no es de tan larga duración como la que se está viviendo en la vertiente atlántica, por ejemplo en el Guadalquivir o en otras zonas como el Guadiana.
Sin embargo, para el conjunto de España, en lo que va de año hidrológico desde el 1 de octubre de 2022 hasta el 21 de mayo de 2023 se han recogido 360 litros por metro cuadrado, cuando lo normal son 504 litros. Por tanto, la falta de precipitaciones acumulada en este periodo es de un 28 por ciento por debajo de lo normal.
En un año hidrológico medio completo, de 1 de octubre a 30 de septiembre lo normal es acumular 640 litros por metro cuadrado, por lo que si quisiéramos llegar a esa cifra de aquí al 30 de septiembre tendrían que caer unos 280 litros por metro cuadrado. Sin embargo, lo normal es que en los cuatro meses que quedan después de que terminen mayo, –junio, julio, agosto y septiembre–, se recojan unos 135 litros por metro cuadrado.
«Tendría que llover más del doble de lo normal en estos cuatro meses y pico, entre el verano, septiembre y lo que queda de mayo, para acabar el año hidrológico en su valor normal, algo muy poco probable ya que hasta la fecha, desde que hay registros, no ha sucedido nunca, no ha caído nunca esa cantidad tan abundante de precipitación entre la última semana de mayo, los meses de verano y septiembre», concluye.