El concejal Jorge Riendas, que es el único edil de «A Guadalajara hay que quererla», estuvo especialmente imaginativo en la sesión de Pleno del pasado viernes. No es que al concejal, portavoz y máximo representante en La Tierra de AIKE haya que descubrirle ahora en su capacidad de inventiva, pero dejemos constancia de que en 2020 no ha bajado el nivel.
Viene todo lo anterior a cuento de su penúltima propuesta, escuchada en vivo: que los policías locales de Guadalajara apatrullen la ciudad en bicicleta y patinete. Así lo planteó, como un deseo personal, en la confianza de que algún día se cumpla. También animó a que los ciclistas circulen por el medio de la calzada y que, cuando así ocurra, los conductores no se molesten por ello. Todo sea por la convivencia entre las dos y las cuatro ruedas. Y por evitar atropellos de los que circulan sin carrocería que los proteja.
Eso de ver a los agentes de la Policía Local haciendo equilibrios sobre un patinete, aunque sea eléctrico, no sé yo si estará entre las prioridades de Jorge López, el actual responsable de los uniformados. Se teme este chismorreador que va a ser que no…
La bicicleta es una batalla perdida en Guadalajara dentro de esa guerra latente que muchos mantienen para erradicar al coche de nuestras vidas y de nuestras calles. El que tenga convicciones, que lo intente por la capital alcarreña, que se monte y pedalee. Y cuando recobre el resuello, que nos lo cuente. Sobre todo después de subir desde la Estación al centro o desde Los Manantiales a Santo Domingo. De paso, que se acerque cambiando de plato grande a plato pequeño a la estación del AVE. Ni Greta Thunberg lo conseguiría con buen ánimo o sin quedarse a mitad de camino sin aliento.
Pero Riendas sigue dando rienda suelta a su misma mismidad.
Y este chismorreador está feliz, porque anécdotas como esta le dan motivos para dejar constancia por escrito y confiar en que usted, como lector, se dé por enterado de lo que nos estamos perdiendo.