Los días 8 y 15 de enero de 2023 figuran entre los 12 domingos y días festivos autorizados para la apertura al público de los establecimientos comerciales en Castilla-La Mancha durante el próximo año. Advertir, de todos modos, que los más consumistas tendrán que esperan un año desde ahora mismo para darse un auténtico «festín» de compras, con los 6 festivos marcados en rojo en el calendario en diciembre de 2023 pero que serán jornadas de apertura comercial en la región.
Así consta en la Orden de la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, por la que se determinan estos días de apertura en festivos, que publica este miércoles el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM).
Junto a esos dos domingos de enero, la lista la completan los días 6 (Jueves) y 30 de abril; el 25 de junio; el 26 de noviembre; el 3 de diciembre; el 8 de diciembre (Viernes) y los días 10, 17, 24 y 31 de diciembre.
Para mayor claridad, relacionamos todas las fechas antes indicadas para 2023, en su orden y con el día de la semana al que corresponden:
- Domingo, 8 de enero
- Domingo, 15 de enero
- Jueves, 6 de abril
- Domingo, 30 de abril
- Domingo, 25 de junio
- Domingo, 26 de noviembre
- Domingo, 3 de diciembre
- Viernes, 8 de diciembre
- Domingo, 10 de diciembre
- Domingo, 17 de diciembre
- Domingo, 24 de diciembre
- Domingo, 31 de diciembre
Madrid, con apertura total
La situación contrasta, no obstante, con la apertura total de los comercios que así lo desean durante todos los festivos del años que se da en la vecina Comunidad de Madrid desde hace ni más ni menos que una década.
Fue en 2011 cuando se empezó a preparar la norma autonómica, de aplicación ya pocos meses después, con la intención según se decía de «beneficiar a los comerciantes de grandes y pequeñas superficies basándose en la experiencia de las Zonas de Gran Afluencia Turística», entre las que se encontraba Sol.
Según las estimaciones de la Consejería de Economía y Hacienda de entonces, esta medida iba a contribuir a la generación de inversión y empleo, más de 20.500 nuevos puestos de trabajo en esa región y un incremento de casi 6 décimas de PIB.
Madrid fue la primera región que acometió medidas liberalizadoras para reactivar el tejido empresarial como suprimir los registros administrativos preceptivos, las autorizaciones para la implantación de determinadas actividades comerciales, eliminar la conocida como «segunda licencia» para la apertura de grandes establecimientos comerciales, además de avanzar en la libertad de horarios comerciales.