Los asistentes a lugares de culto, como las mezquitas, en los que los practicantes se sitúen directamente en el suelo y se descalcen antes de entrar, deberán usar alfombras personales. Además, tendrán que dejar su calzado en los lugares estipulados, «embolsado y separado», durante la fase 1 de la desescalada. Esto haría que ya fuera ya formalmente posible en Guadalajara desde el lunes, 11 de mayo. No obstante, responsables musulmanes en España ya han anunciado que no procederán a ceremonias en grupo hasta la fase 3 de la desescalada.
El fin del Ramadán, sin fiesta comunitaria
El Gobierno permite desde el lunes la asistencia a lugares de culto de Guadalajara siempre que no se supere un tercio de su aforo y que se cumplan las medidas generales de seguridad e higiene establecidas por las autoridades sanitarias.
Aun así, los musulmanes no retomarán los rezos comunitarios en las mezquitas españolas hasta la fase 3 de la desescalada (como pronto, el 10 de junio) y suspenden hasta ese momento todas aquellas actividades religiosas que implican aglomeración, incluida la oración comunitaria de la fiesta del fin del Ramadán (Id Al-Fitr).
«La Comisión Islámica de España (CIE) recomienda la suspensión de aquellas actividades religiosas que implican aglomeración, como las cinco oraciones diarias, la oración del viernes, iftar, oración del tarawih, actividades educativas en grupo, charlas, etcétera, hasta la llegada de la fase 3 o avanzada, que comenzaría previsiblemente a partir del 10 de junio de 2020″, ha detallado la CIE en un comunicado.
Por estas mismas razones, se recomienda también la suspensión de la oración comunitaria de la fiesta del final del mes del ayuno de Ramadán (Id Al-Fitr) de este año.
Improbable control de aforos
Según resalta la Comisión Islámica de España, en el mes de Ramadán los musulmanes suelen acudir «en gran número» a las mezquitas para realizar la oración del Tarawih, para la ruptura del ayuno colectiva, para acudir a sermones y charlas religiosas.
Por ello, señalan que en este momento sería difícil volver a abrir las mezquitas a los rezos colectivos con un control del aforo, que debería ser de un 30% en la fase 1 y de un 50% en la fase 2, según el plan de desconfinamiento del Gobierno.
«Creemos que las mezquitas necesitarán más tiempo para recibir toda la información y organizarse para controlar el acceso y verificar el cumplimiento de las normas del Ministerio de Sanidad, la colocación de geles desinfectantes, preparar los oratorios de acuerdo con las distancias de seguridad recomendadas y evitar aglomeraciones a la entrada y salida», precisa la CIE.
Por otro lado, consideran importante que los fieles musulmanes que acudan a las mezquitas sean informados previamente de las restricciones y condiciones de acceso, las distancias que deben mantenerse, la necesidad de acudir cada uno con su alfombrilla, el uso de los baños para realizar las abluciones (el lavado de cara, manos y pies antes de la oración), el uso de los libros que hay en los oratorios, o la necesidad de limitar los saludos con las manos y abrazos para evitar focos de contagio.
Apertura limitada, para caridad o con cita
En todo caso, durante estas primeras fases de la desescalada las mezquitas sí podrán abrir para aquellas actividades que no suponen aglomeración, como por ejemplo «el pago del zakat (limosma) por parte de los fieles, concertar cita para pedir consejo al imam, reuniones de los responsables de las mezquitas para estudiar la vuelta a la normalidad, reparto de alimentos en beneficio de los menos favorecidos», siempre cumpliendo con la normativa y dando «cita previa» a los fieles en los casos en que sea necesario, según indican desde la Comisión Islámica de España.