Como ya dijo en la lejana Transición aquel filósofo llamado Felipe González, «todos somos iguales, pero unos más iguales que otros». Eso es lo que pueden pasar algunos de los integrantes del acuerdo entre Podemos, Izquierda Unida, Verdes Equo y Alianza Verde en Castilla-La Mancha para concurrir juntos a las próximas elecciones. Sobre todo, a la hora de repartir el dinero que puedan conseguir del Estado por su participación en los comicios.
Según ha quedado establecido, de todos los recursos económicos de los que se disponga a nivel general en el grupo parlamentario y «los procedentes de distintas representaciones institucionales a los que se tenga derecho por resultar electos», «así como cualquier otro tipo de recursos disponibles», se hará el reparto entre las formaciones políticas de la coalición de forma que el 60% irá para Podemos, el 30% para IU, el 7% para Verdes Equo y el 3% para Alianza Verde.
El mismo porcentaje se mantendrá para el reparto de portavocías, comisiones, personal técnico, liberaciones, consejos de administración y «visibilidad pública en los medios de comunicación».
De esta forma, según el acuerdo, dentro del grupo parlamentario correspondería un asesor y dos administrativos a Podemos y un asesor para Izquierda Unida; de la Secretaría de las Cortes –en su caso– un administrativo para Verdes Equo y otro para IU; de la Vicepresidencia de las Cortes un administrativo para Podemos, IU, Verdes Equo; y de la Presidencia de las Cortes Podemos recabaría un director de gabinete, una persona de comunicación, un asesor y un secretario; IU dos asesores; y Verdes Equo un secretario de director de gabinete.
Sobre la organización institucional, la representación en la Mesa de las Cortes será para Podemos; la Portavocía del grupo también; y la Presidencia de dicho grupo será para Izquierda Unida. También IU aportaría al portavoz adjunto, mientras que la Secretaría General iría para Podemos.
Si el peso obtenido tras las elecciones permitiera incluso optar a un senador por designación autonómica, sería nombrado por Podemos, a no ser que IU no obtuviese representación en las Cortes, con lo cual asumiría esta formación el nombre propuesto.
En el caso de formar parte de la composición del Gobierno de la Junta, se establecerá un acuerdo de configuración de la parte del gobierno de la confluencia, manteniendo el mismo porcentaje establecido en materia de recursos para las fuerzas que componen este acuerdo.
¿Quién decide?
Sobre la toma de decisiones, tras las elecciones autonómicas, quienes obtengan el acta de diputado se constituirán en el Grupo Parlamentario de Unidas Podemos C-LM. Todos los acuerdos y decisiones que afecten a las propuestas, enmiendas, iniciativas, votaciones y demás posicionamientos parlamentarios se tomarán por consenso de los partidos firmantes del acuerdo, con la capacidad de trabajar conjuntamente en el espacio físico que el grupo tenga en las Cortes.
En el caso de no haber consenso, según el acuerdo, la decisión que adopte el Grupo Parlamentario se hará en conformidad con lo dispuesto en el programa electoral de la coalición.
En defecto de consenso y, únicamente en el supuesto de no existir una línea programática definida, el acuerdo del grupo parlamentario se hará en consulta a las direcciones políticas de Podemos e Izquierda Unida principalmente.
La coordinación del Grupo Parlamentario recaerá en Podemos, salvo que se obtenga un único escaño, supuesto en el que la coordinación será ejercida por la formación política que propuso a la persona candidata que resulte elegida.
El coordinador autonómico de Podemos, José Luis García Gascón, será el candidato de la suma de fuerzas a la Presidencia del Gobierno regional.
El pequeño gran problema para todo lo anterior es que todas las encuestas, salvo una sorprendente oleada del CIS meses atrás, consideran que es altamente improbable que Unidas Podemos entre esta vez en las Cortes de Castilla-La Mancha.