Las más de dos décadas en penas de cárcel que en su conjunto solicitaba inicialmente la Fiscalía de Valladolid para los cinco 'narcos' detenidos en noviembre de 2015 en el marco de la 'Operación Roava' han quedado finalmente reducidas a once años y medio, tras el acuerdo de última hora alcanzado por la acusación pública y las defensas de los encausados.
El acuerdo entre las partes se ha demorado por espacio de casi dos horas de negociación, con lo que el juicio, previsto para este miércoles y el jueves, ha quedado reducido a una mera comparecencia en la que los acusados se han limitado a firmar el documento pactado y a anunciar, de viva voz, su compromiso de no recurrir el fallo que ha sido anticipado 'in voce' por el magistrado que presidía la Sección Segunda de lo Penal de Valladolid.
Así, la sentencia contempla la pena más dura para el marroquí A.M, un total de cuatro años y 29.800 euros de multa–le pedían ocho años y 102.100 euros–por delitos contra la salud pública y falsedad documental, mientras que el colombiano Giovanni F.R, se ha conformado con tres años y medio y una multa de 28.000 euros, frente a los seis años y 75.000 euros que solicitaba para él inicialmente la acusadora pública. La pareja de este último, la también colombiana Marta S.A, y el ecuatoriano Neri A.G.D. han sido condenados a un año y medio de privación de libertad y al pago de 14.000 euros, frente a los cuatro y dos años de cárcel iniciales, respectivamente, y las sanciones económicas, por el mismo orden, de 30.000 y 16.000 a las que se exponían en un principio.
El quinto de los encausados, David G.M, quien se exponía a dos años y y 16.000 euros de multa, ha aceptado once meses y el pago de 8.800 euros.
Laboratorio en Guadalajara
En el curso de estas actuaciones se desmanteló un laboratorio en una vivienda de Guadalajara, donde realizaban este proceso. En el momento del registro domiciliario, realizado a primeros de noviembre de 2015, se procedió a la detención de los inquilinos de dicho inmueble, Giovani F.R. y Marta S.A, la cual intentaba destruir pruebas, según la Policía, al arrojar por el desagüe restos de cocaína y elementos para su manipulación.
También se intervinieron sustancias de corte, utensilios para su tratamiento (incluida una prensa), dinero o teléfonos móviles.
La investigación conjunta del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, a partir de las diligencias iniciadas por el Juzgado de Instrucción número 1 de Valladolid por otros hechos distintos, culminaron en noviembre de 2015 tras conocer la llegada de un paquete postal, enviado desde la frontera de Ecuador con Colombia, que tenía como destinatario al ecuatoriano Neri A.G.D, domiciliado en Madrid.
Dicho paquete contenía cocaína camuflada en botellas de líquido, en concreto casi medio kilo de sustancia.
Tras establecer un operativo de búsqueda y localización del paquete postal, la entrega controlada se realizó en Madrid, momento en el que se detuvo, entre otros, al destinatario.
Después de la apertura del paquete en sede judicial se incautaron dos botellas de plástico con líquido y hojas de eucalipto que, una vez analizadas, arrojaron un resultado negativo a las pruebas del 'narcotest', ya que la droga estaba camuflada y disuelta en líquido.
Cocaína líquida
Una vez analizado en profundidad el contenido se verificó que se trataba de cocaína líquida que, mediante un proceso de decantación, filtrado y prensado volvía a su estado natural, con lo que se recuperaba hasta cerca del 90 por ciento del producto.