En apenas dos minutos se resolvió el segundo encierro de las Ferias de Guadalajara, esta vez con astados de la ganadería salmantina de Montalvo, en puntas. Más corredores que la víspera y prácticamente ningún sobresalto, y eso que uno de los toros se empeñó en hacer Capitán Arenas al frente, en solitario y a toda velocidad. Fue en ese tramo, precisamente, donde fue arrollado un mozo, con magulladuras de las que ha sido dado de alta tras una somera revisión en la propia plaza de toros.
Antes, en prueba de lo fluido que fue el rápido encierro, toros y cabestros pasaron las curvas de Santo Domingo sin siquiera acercarse a los laterales.
Como queda dicho, en apenas dos minutos ya estaban esperando, tranquilos y agrupados los cinco zaínos y el colorao de Montalvo a que los cabestros les marcaran la puerta de entrada a los toriles.