La campaña electoral comenzaba en la medianoche del jueves al viernes con los inevitables actos de pegada de carteles. Tras las doce campanadas ya era posible pedir directamente el voto, como si lo hecho en los meses previos no hubiera sido ya una instigación continua a que el posible votante tenga claro qué lista debe elegir. Y aun así, no parece que nada está claro ni decidido. Esta vez, los matices pueden ser importantes e incluso decisivos.
Para terminar de confundirlo todo, el CIS otorgaba la víspera una amplia victoria al PSOE en Castilla-La Mancha, cerraba la puerta a un gobierno PP-Vox, hundía a Ciudadanos y daba aire a la coalición de Unidas Podemos, a quien en su mejor pronóstico se le apuntan hasta dos escaños que podrían quitar la mayoría absoluta a Emiliano García-Page. ¿Política ficción? Más que posible, probable ficción dada la experiencia intoxicadora de Tezanos.
En el plano más local, la gran batalla se espera en la capital de la provincia. Al igual que ocurre con García-Page, nadie le quita a Alberto Rojo la certeza de que la lista que encabeza será la más votada, como ya ocurriera en 2019. Todo lo demás es diferente… y no siempre a favor de sus expectativas, salvo que acuda a la encuesta de «Nueva Alcarria» y la vea sólo por lo positivo, ya que nuestros colegas le conceden hasta 13 concejales, lo que supondría poder gobernar en solitario. La tabla sale de un sondeo telefónico, encargado a un estudio con sede en la calle Orense de Madrid y que ha sido dado a conocer este viernes en la edición de papel del citado bisemanario.
Hacer 400 encuestas llamando aleatoriamente a teléfonos móviles no es más científico, ni más esclarecedor, que el sentido común: el PSOE ha apostado en la ciudad de Guadalajara por alcanzar la mayoría absoluta, confiados en que los 10 concejales actuales se pueden convertir en 13. Si se quedan justo por debajo dependerán de otros dos supuestos.
El primer posible panorama alternativo es que Susana Martínez (Aike) o Alfredo Ruano (Unidas Podemos) consigan asiento en el salón de plenos y apuntalen un gobierno con el PSOE justo por debajo de la mayoría. Una coalición que recordaría, dos décadas después, al fugaz y complicado entendimiento de Jesús Alique y Jordi Badel, que en buena medida garantizó la larga etapa posterior de gobiernos del PP con mayoría.
La otra posibilidad es que el Partido Popular de Ana Guarinos remonte de los 8 ediles con que dejó Antonio Román al Grupo Popular en su última cita electoral, que lleguen a los 10 concejales en las urnas y que estos sean suficientes para pactar con los 3 de Vox que se vaticinan (ahora son sólo 2) para el cambio de gobierno municipal, en un supuesto buen entendimiento con Javier Toquero, cabeza de lista de esa formación.
Como se comprueba, a diferencia de otras ocasiones, las dos semanas que quedan por delante son importantes en Guadalajara y, huelga decirlo, también para la Junta de Comunidades: las mayorías pueden decidirse por un puñado de votos.
Dada la incertidumbre, en Toledo se miraban anoche los detalles con sumo interés. Aunque sería recomendable que en los próximos días no pierdan de vista lo que ocurra en Guadalajara, provincia que para las Cortes de Castilla-La Mancha concede 5 escaños.
El PSOE, a fin de alcanzar su mayoría, necesita imperiosamente que salgan elegidos sus tres primeros «espadas»: Pablo Bellido, María Jesús Merino y José Luis Vega, estos dos últimos también aspirantes en sus municipios. En los cálculos de los responsables socialistas, no hacer un 3-2 en esta demarcación (o un 3-1-1, tanto les da) sería un grave contratiempo para la aritmética final, que pasa por amarrar los 17 diputados regionales en la suma de la cinco provincias para así retener el gobierno de Castilla-La Mancha con Page como presidente.
Page, en una plaza de toros para empezar
Precisamente, el candidato a la reelección, Emiliano García-Page, elegía la localidad de Illescas para dar el pistoletazo de salida al recorrido de su caravana, un evento en el que ha estado acompañado por el candidato a la Alcaldía, José Manuel Tofiño. Sus primeras palabras ya en campaña han sido para recordar a su amigo y escudero, Jesús Fernández Vaquero.
Ha pedido expresamente plantear una campaña «clara», donde le importa más hacer propuestas que exhibir gestión. García-Page, que ha elegido una plaza de toros para arrancar su periplo, ha dicho que ahora la región encabeza la inversión en Sanidad, Educación o Dependencia, y siendo la Comunidad Autónoma «que más bajó el paro en los últimos cuatro años».
Por todo ello, ahora el PSOE «puede mirar a la cara a la gente» y por eso va a promover «una campaña limpia», tan limpia «como ha sido la gestión del PSOE durante muchos años». «Nos presentamos con las manos muy limpias».
Ha avisado en este punto que hay gran cantidad de proyectos empresariales a la espera de «ver qué pasa» en las elecciones y pendientes de tomar una decisión definitiva siempre y cuando se mantenga la «estabilidad».
Asegura que el 28 de mayo, unos ganarán y otros no, pero si el PSOE sigue al frente del timón, «nadie va a salir perdiendo». Empieza hoy una campaña de 9.000 kilómetros, según sus cálculos, pero, eso sí, «sin dietas», en referencia a la polémica por los kilometrajes mal cobrados por su adversario.
Ha aprovechado para citar el último CIS que le da entre 16 y 22 escaños. «Las encuestas son menos sabias que nuestro olfato. Mi percepción, supera las encuestas. Pero, cuidado».
El Partido Popular se ha decantado, por su lado, por una de las postales más icónicas de la Comunidad Autónoma, como es Campo de Criptana, lugar de origen de su director del Programa Electoral, Santiago Lucas-Torres.
Su líder, Paco Núñez, ha tomado la palabra para proponer «un cambio tan imparable como tranquilo» en la región, que además es «moderado» y que traerá a la región «rigor, eficacia y sapiencia» desde «la ilusión por una Castilla-La Mancha mejor».
Y todo para «pasar página de una etapa que no ha sido útil» porque quien la ha gobernado «no ha sabido sacar todo el partido» de la Comunidad Autónoma.
Ha cogido aquí uno de sus mantras de precampaña fijándose en «la buena marcha de otros territorios para ser protagonistas» del cambio, en alusión a la Comunidad de Madrid o a Andalucía.
Considera «fundamental que haya un gobierno» que ponga marcha a «un futuro de oportunidades», y asegura que tras cuatro años recorriendo la región, ahora puede hacer un llamamiento a los votantes tradicionales del PP para pedirles confianza, y a todos ellos que «decidieron votar a otra formación política».
Incluso, ha pedido directamente el voto a los socialistas defraudados con Pedro Sánchez y con Emiliano García-Page, así como a los votantes de CS.
«Unidos, juntos, es como vamos a protagonizar este cambio. Pueblo a pueblo, en todos y cada uno de los 919 municipios de Castilla-La Mancha, y sector a sector», ha aseverado, vaticinando que el PP «va a ganar las elecciones».
Ciudadanos y Podemos, los dos en Albacete… y sin los dos sin posibilidades
De otro lado, la candidata de Ciudadanos, Carmen Picazo, ha aprovechado su doble condición de aspirante a gobernar la ciudad de Albacete para colocar en la ciudad más poblada de la región su primer cartel. Ha arrancado esta campaña, según ha confesado, con «ganas, ilusión y responsabilidad» y pidiendo el voto de la «clase media». Por su parte, y también desde Albacete, el candidato a presidir la Junta por Unidas Podemos, José Luis García Gascón, también se ha mostrado «ilusionado», «más aún después de los datos del CIS», ha dicho. Y es que, según las encuestas, el partido tendría opción de entrar con entre 0 y 2 escaños. La realidad para el 28 de mayo parece muy diferente, sin nadie que a pie de calle avale lo muñido por el Centro de Investigaciones Sociológicas.