Lo de estar en Babia es más que una vieja expresión popular. Babia existe: es una comarca leonesa que conoce bien, y que tardará en olvidar, el cazador de Guadalajara que ha sido expedientado como supuesto furtivo, junto a otros compañeros de Toledo y Madrid.
La Guardia Civil ha instruido diligencias en calidad de investigados a cuatro cazadores como presuntos autores de un supuesto delito relativo a la protección de la fauna en el Parque Natural de Babia y Luna (León).
Desde el 15 de julio, inicio de la veda de del rebeco, la Guardia Civil viene realizando servicios dirigidos prevenir la caza furtiva de la especie. Esto es debido al gran aumento de cazadores foráneos de la región que se interesan por adquirir el trofeo correspondiente.
Rifles con silenciadores y visores térmicos
En uno de estos servicios, el pasado jueves 29 de julio el Seprona de Villablino localizó a cuatro furtivos cazando en cotos distintos a los que pertenecían -Meroy y La Cueta-, ambos a la comarca de Babia.
En la identificación se les incautaron dos rifles de caza, cada uno de ellos provisto de un silenciador para que los disparos no fueran oídos por ganaderos y pastores, así como un visor térmico prohibido para la caza y que facilita en gran medida la búsqueda de la especie a cazar.
Los cazadores, junto con las diligencias y los efectos intervenidos, fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e instrucción de Villablino por un supuesto delito relativo a la protección de la Fauna y se enfrentan a varias infracciones administrativas a la Ley de Caza de Castilla y León y al Reglamento de Armas.
