Con esta calorina no hay quien escriba ni siquiera las chorradas que le son más propias a esta sección chismorreante de LA CRÓNICA. Por eso, los que aquí mandan me consienten que, hasta que los sofocos amainen y el personal vuelva de la playa, lo vaya rellenando con pensamientos incluso más tontos de lo habitual. También me sugieren que anime a los lectores para que participen con sus propios pensamientos (breves), enviados a través del correo electrónico, para que según lleguen se vayan publicando. A ver si hay alguno que se atreva.
En consecuencia, la consecuencia: ahí van, acumulativamente, las ocurrencias que me van surgiendo:
• ¿Ha habido algún diputado o diputada, algún senador o senadora que haya devuelto alguna de las nóminas que le han pagado por no hacer nada desde su escaño en esta legislatura que aún no ha servido por nada? ¿Habrá alguno o alguna que lo haga de aquí a que el que está obligado a arreglarlo tenga un pensamiento y le estalle la cabeza?
Yo, con esto y por si acaso, me vuelvo a la sombrilla.
