La Guardia Civil ha detenido a una persona como presunta autora de dos delitos contra la seguridad del tráfico, tanto por conducir de forma temeraria como por hacerlo bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
Una vez interceptado, el conductor de 41 años de edad fue sometido a las pruebas de detección alcohólica mediante aire espirado, arrojando un resultado positivo de 0,72 y 0,74 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Hasta conseguirlo, los agentes pasaron por toda una peripecia y el resto de los conductores, por un peligro cierto.
De Cabanillas a Azuqueca
Este sujeto se cruzó con una patrulla de la Guardia Civil en la A-2, a la altura de Cabanillas del Campo, circulando sin alumbrado en la parte posterior y avanzando en zig-zag, ocupando el carril derecho y parte del arcén. Visto lo visto, se colocaron con el coche patrulla detrás de ese vehículo, con la intención de hacer parar al conductor para que se detuviera a altura del kilómetro 44. No lo consiguieron.
El siguiente paso fue situarse a su altura y hacerle las señales reglamentarias para que se detuviese. El conductor indicó, con gestos, que había comprendido lo que se le pedía pero, sin embargo, al llegar a la salida en el kilómetro 42, tras señalizar la maniobra, reducir velocidad e iniciar el desvío… el sujeto volvió bruscamente a la vía principal, dándose a la fuga sentido Madrid.
A la fuga y sin control
Durante su huida, el conductor utilizaba indiscriminadamente tanto el carril derecho como el izquierdo, circulando a alta velocidad. Según la Guardia Civil, llegó a alcanzar en algún momento los 190 kilómetros por hora, «creando un evidente riesgo al resto de usuarios de la vía de sufrir o provocar algún siniestro vial».
Finalmente se logró proceder a su detención a la altura del área de servicio del kilómetro 41,500, ya dentro del término municipal de Azuqueca de Henares.