El peatón de unos 70 años atropellado el pasado jueves a la altura de un paso de peatones en la carretera CM-2004, en la travesía de Chiloeches, evoluciona favorablemente en planta en el Hospital Universitario de Guadalajara.
Así lo ha confirmado el alcalde de Chiloeches, Juan García, muy preocupado por lo ocurrido. Va a solicitar una reunión con la Dirección General de Tráfico (DGT), al ser la administración que debe instalar o autorizar la colocación de elementos disuasorios que garanticen la seguridad de la vía, como semáforos o radares. También hablará con la Delegación de la Junta en Guadalajara, como titular de la vía, para estudiar la posibilidad a medio o largo plazo de sacar la carretera del pueblo.
Según ha subrayado a Europa Press para LA CRÓNICA, lo único que se busca desde el Ayuntamiento es «tratar de evitar que se vuelvan a producir» sucesos como el acaecido el pasado jueves en el municipio, en pleno centro y en un paso de peatones. El alcalde lo vincula con el exceso de velocidad que llevan muchos vehículos en ese tramo.
Por este motivo, su intención es solicitar un encuentro a tres bandas con las otras dos administraciones implicadas, para «buscar soluciones técnicas» al problema que presenta la travesía de Chiloeches.
Más semáforos
De momento, aunque formalmente no han solicitado aún nada, el alcalde ha señalado que el delegado de la Junta, Eusebio Robles, se ha comprometido a mantener una reunión en esos términos para intentar paliar «al máximo posible» las incidencias en esta vía.
No obstante, García ha precisado que, previa autorización de la DGT, el Consistorio ya ha instalado un semáforo a la altura de la iglesia para garantizar la seguridad de los viandantes al cruzar la vía. Sin embargo, al ver que no es suficiente, está dispuesto a recoger una partida de sus presupuestos para la instalación de señales luminosas en los pasos de peatones así como dos semáforos más de control de velocidad si así se lo autoriza Tráfico, que es quien tiene esa competencia.
En el momento en que quede reflejado en sus cuentas, el Ayuntamiento se dirigirá a sendas administraciones por escrito para que, cada una, en la función que le competa, acometan lo que «esté en su mano para no tener que lamentar daños mayores».