El presidente de Castilla-La Mancha y candidato del PSOE a la reelección en las próximas elecciones del mes de mayo, Emiliano García-Page, ha avanzado su intención de contar con alguno de los que han sido diputados por la formación naranja durante esta legislatura para su próximo Gobierno, en el que «los cargos no van a depender del carné» del PSOE. Por de pronto, nombres muy conocidos del que fuera partido de Albert Ribera ya han pasado a engrosar las listas del PSOE, como viene informando LA CRÓNICA.
«Tenemos a mucha gente de Ciudadanos, la mayoría cuadros de Ciudadanos que pueden quedar fuera de juego en estas elecciones» y están «por colaborar con el PSOE», ha adelantado García-Page en una entrevista con Europa Press para LA CRÓNICA, donde ha indicado que habrá «varios candidatos a alcaldes» de la formación que presentarán «en breve» y que van a ir en candidaturas con los socialistas.
Rotundas declaraciones de Alejandro Ruiz a LA CRÓNICA
En este contexto, García-Page cita al guadalajareño y exdiputado de Ciudadanos Alejandro Ruiz, con el que tuvo «una relación muy buena» pero que «salió muy escaldado y es gente útil», aunque no quiere anticipar ningún otro nombre «porque a las personas a las que querría nombrar les tengo aprecio como para no hacerles la puñeta antes».
El propio Ruiz ha respondido a LA CRÓNICA, interpelado telefónicamente para que actualizara su opinión acerca de Page y sobre el PSOE, de la cual queda una muy detallada referencia en los enlaces que cierran esta información.
«Hombre, a bote pronto, agradecido de que alguien se acuerde de mi para bien», ha respondido el abogado y antiguo político alcarreño que llegó a ser concejal y diputado regional por Ciudadanos.
«Sí que pienso que, en estos momentos, la única opción política que hay válida en Castilla-La Mancha es Page, no por el modelo de Emiliano en sí mismo, pues yo he sido crítico con él, pero es que las opciones que tenemos son mucho peores«, ha afirmado rotundamente en la tarde de este martes.
«Ciudadanos no existe; Vox no me gusta, al igual que no me gusta Podemos, pues creo que los radicalismos sobran en Castilla-La Mancha. Y si el PP es Paco Núñez, al que yo no le vi trabajar un solo día (en las Cortes regionales) y si la idea de renovación en Guadalajara es Ana Guarinos, imagínate…». Respecto al PSOE, Alejandro Ruiz insiste en que «se lo curran y conocen bien la región», un planteamiento que ya expresó en términos similares al dejar Ciudadanos, hace un par de años.
En cuanto al ofrecimiento hecho público en estos momentos previos a las elecciones por Page para integrarle en un futuro Gobierno regional, defiende que lo desconocía hasta leer la noticia. «Yo no sé absolutamente nada ni he hablado sobre esta cuestión. No es que terminara quemado tras mi paso por la política, pero sí muy desilusionado y no por la política, que me parece una actividad muy bonita, pero sí por los políticos», ha reflexionado el guadalajareño para este diario. «He aprendido que esto está lleno de una jauría de vividores, de jetas y de gente que se toma la política como su única opción de vida».
Más opciones de «repesca» en Ciudadanos
Preguntado por el parlamentario David Muñoz, también de Ciudadanos, García-Page señala que «es buena gente» y «ha defendido a Ciudadanos hasta el último minuto que se han convocado elecciones», siendo una persona que «no ha colaborado nada con el PSOE» y que «ha defendido a ultranza a Ciudadanos», recordando que «algunos de los debates más agrios» en el Parlamento autonómico han sido con él, lo cual «no le quita valor ninguno».
«No tengo contacto con nadie ni nadie me ha trasladado» nada al respecto, aclara el presidente regional, quien también cita entre la gente que se mantiene en Ciudadanos y ha colaborado con el PSOE al exalcalde de Albacete –durante la primera parte de la legislatura en virtud del acuerdo de gobernabilidad al que se llegó en la ciudad– y actual vicealcalde, Vicente Casañ, una persona que es apreciada en el PSOE «en la misma proporción en la que es despreciado por el PP».
El responsable autonómico menciona otros nombres como el del exconcejal toledano con Ganemos, Javier Mateo, al que considera amigo y respeta, y «que va a hacer lo que quiera siempre», pero que le gustaría que algún día «pudiera colaborar directa o indirectamente» con él, o a personas de Podemos que, por el contrario, según García-Page, dirían que no, como la exconsejera Inmaculada Herranz o la diputada de la formación morada durante la pasada legislatura, María Díaz. «Independientemente de que me digan que no, mi opinión es que valen» y la gente que vale «es bueno que colabore en política».
Más allá del carné de cada cual
«Lo importante de esto es que los cargos que tenga la Comunidad Autónoma no van a depender del carné, van a depender de la capacidad, sean de Ciudadanos o sean de Podemos. Es una capacidad esponja que tiene este Gobierno» y él mismo como presidente, destaca García-Page, que incide en que le «importa la gente más que las siglas».
A su juicio, si a los españoles «les importaran las siglas más que la gente, no habría pasado lo que ha pasado, que todos han cambiado sus siglas, menos el PSOE. Todos han renegado de sus siglas».
En este contexto y en referencia al futuro Gobierno regional que conformaría si sale elegido presidente, Emiliano García-Page no se plantea «ni reducir ni ampliar» la composición actual «en función de ningún esquema electoral», y convencido de que «hay que organizar a los equipos de la manera más coherente posible», mostrándose «muy contento» con la estructura actual del gobierno.
Al respecto, ha recordado que ninguno de sus altos cargos puede estar en ninguna otra empresa ni cobrar dietas y ha destacado que esta región cuenta con «el mayor régimen de incompatibilidades, de control preventivo contra la corrupción, de toda España».
«Alguien dirá que no tiene importancia, pero podré llegar a las elecciones después de ocho años de Gobierno diciendo que el único director general imputado en España por un alto delito es Gómez Gordo, el que fuera director general en la Presidencia con Cospedal».
Emiliano García-Page asegura que la próxima legislatura la quiere plantear con una mezcla equilibrada entre continuidad y cambio. «El día que pierda mi inquietud por cambiar las cosas, que entre en el conformismo, ese día literalmente tengo que pensar en marcharme», explica.