Tras cinco días de baja, Emiliano García-Page retomaba este miércoles su agenda pública. Lo hacía en Cabanillas del Campo y con buen aspecto. La víspera había pasado por el peluquero y este 2 de diciembre alguno de los más próximos al presidente le hacían ver que el corte de pelo, casi militar, no pasaba desapercibido.
Esto ocurría con media hora de retraso en la Plaza del Pueblo de Cabanillas, frente al Ayuntamiento, donde aún ondean a media asta las banderas por los muertos del coronavirus.
La fortaleza física de García-Page ha quedado acreditada cuando ha resistido sin amago de desmayos las intervenciones consecutivas de José García Salinas (alcalde de Cabanillas), José Luis Vega (presidente de la Diputación), Jesús Fernández Sanz (consejero de Sanidad) y Pablo Bellido (presidente de las Cortes). Servidumbres del protocolo.
«He tenido condena de sofá, que es la peor para mí» comentaba García-Page con una sonrisa que se le intuía bajo la mascarilla, negra y ecologista. En realidad, el inventario de cubre bocas era variado en un salón de plenos lleno de asistentes: ahí estaba la FPP2 de José Luis Vega con un solo cordón; el consejero Sanidad, con una de cuadritos; la del alcalde, blanca de Cabanillas; la consejera de Economía, con elegante estampado; la concejala de Cultura, cuajada de libros sobre fondo blanco… La delegada de Sanidad, que algo sabrá de profilaxis, se cubría con la tradicional mascarilla quirúrgica azul, que ya casi parece atavío de marginado.
Sea como fuere, a las 10.44 del miércoles, 2 de diciembre de 2020, un aplauso tras la firma del protocolo, que es a lo que se venía, empezaba a terminar con una larga espera iniciada hace 17 años, en 2007. El proyecto se guardó en un cajón con Cospedal, dejando solos a los pacientes ante el peligro de desbordamiento constante del actual centro de salud, inaugurado hace 22 años. Falta ver cuándo llegará la inauguración, ahora que se vuelve a la parcela que ya hubo.
Buenos propósitos para el futuro
El presidente regional ha recordado tras la firma que antes de que él llegara al Gobierno la estrategia en sanidad era «paralizar obras y derivar pacientes a Madrid», algo que ha contrapuesto con la actualidad, donde Castilla-La Mancha está a la cabeza en expansión de infraestructuras.
Ahora, ha bromeado, hasta los centros de salud «están saliendo bonitos», algo que no ocurría en el pasado. «Hay que intentar que los edificios públicos sean bonitos además de dignos, con perspectiva y con vocación de futuro». «Queremos una sanidad pública potente», ha asegurado García-Page.
Como queda dicho, también ha intervenido en el acto el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, para asegurar que este miércoles es un día «histórico» para la provincia y para la localidad.
Para Bellido, todo lo bueno que pasa en Cabanillas «no es fruto de la casualidad, sino también del empuje» de un municipio que está «muy unido», como demuestra la actitud de los vecinos en tiempos de COVID.
Se trata de uno de los municipios «con mayor renta media de la región», muy solidario y «con preocupación cultural», además de «una de las capitales económicas de la región y una locomotora» para toda Castilla-La Mancha.
Bellido ha dedicado palabras al consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, de quien ha destacado, «además de su mirada y su bigote», su «gran corazón», como demuestran sus políticas.
Un nuevo centro de salud más que justificado
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha tomado la palabra para celebrar «un día importante para Cabanillas, para Guadalajara y para la Atención Primaria».
Ha justificado la creación de esta nueva infraestructura por el considerable aumento de población en la localidad y en las tarjetas sanitarias a atender, a lo que ha sumado el impulso a la Atención Primaria que el Gobierno quiere dar en esta legislatura, con 24 millones de consultas diarias y creciendo cada día.
Esta Atención Primaria, «el nudo gordiano de la prestación sanitaria, tiene una repercusión específica». Así, el 21% de pacientes a atender en el sistema son pacientes con enfermedades crónicas, una quinta parte del espectro total que consume «más del 80% de la Atención Primaria».
Como tercer aspecto «determinante» para impulsar este centro, ha sumado la intención personal del presidente autonómico, Emiliano García-Page, en su camino de avanzar en la mejora de este apartado médico para que en 2021 no haya ningún profesional que tenga que atender a más de 2.000 tarjetas sanitarias.
Ahora toca licitar el proyecto que se instalará en la misma parcela y perfilar el Plan Funcional, algo que se hará «pronto» para acortar plazos lo máximo posible.
Cifuentes, Horche, Azuqueca o Alcolea son otras localidades guadalajareñas que Fernández Sanz ha destacado como beneficiarias de mejoras en Atención Primaria desde su llegada al Gobierno en junio de 2015.
El presidente de la Diputación, José Luis Vega, también ha tenido palabras de agradecimiento con el Gobierno autonómico por este nuevo «compromiso», sin olvidarse del ya adquirido con el hospital de la capital guadalajareña, que estará «en meses».
Para Vega, la sanidad es algo «esencial», y «antes de esta crisis ya se trabajaba por esta provincia» desde el Ejecutivo autonómico.
Tras dar la enhorabuena a toda la localidad, ha apuntado que la futura infraestructura es muy necesaria no sólo en tiempos de crisis sanitaria.
Salinas no quiere buscar culpables
El alcalde de la localidad, José García Salinas, fue el primer en intervenir. Ha recordado que en 2011 hasta salió a licitación el edificio, pero «la crisis económica y política que atravesaba la región paralizó aquella licitación».
«No quiero buscar culpables, no es momento ni lugar, pero aquel proyecto se guardó en un cajón y nunca más supimos de él. Fue una gran decepción, pero una década después recibimos con alegría la noticia de que se retoma el proyecto», ha celebrado, agradeciendo a García-Page por «haber cumplido todo lo prometido» con la localidad.
Así, ha subrayado que se trata de una demanda que viene de hace muchos años, toda vez que el actual centro de salud cuenta con 22 años de edad y se creó cuando Cabanillas apenas tenía 2.000 habitantes.
Hoy, tras multiplicar por seis la población, ese centro cubre también necesidades de localidades vecinas hasta casi 20.000 habitantes, sin contar con la población no empadronada.
Ahora el Ayuntamiento cede la parcela para el centro de salud mientras que la Junta, en virtud de este acuerdo recién firmado, asume la construcción.
«Cabanillas no se merece otra decepción como la que sufrimos hace 10 años, pero esta vez no va a ocurrir. Esta vez tiene que ser la buena y Cabanillas tendrá un nuevo centro de salud dotado con medios y servicios para las próximas décadas».