El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha planteado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la opción de mantener «durante un tiempo prolongado» un control de fronteras, pero siempre «hacia afuera» y «descongestionando la movilidad interior».
En rueda de prensa tras mantener una videoconferencia con el resto de presidentes autonómicos y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el líder del Ejecutivo castellanomanchego ha apuntado la necesidad de «parapetarse» del virus.
Ha recordado cómo en Castilla-La Mancha «se han inundado pueblos, barrios y ciudades enteras» con gente salida de Madrid en los primeros momentos de la crisis sanitaria, al tiempo que ha llamado a buscar el «optimismo y la esperanza» pero siempre desde la «prudencia, la seriedad y el rigor».
Sin diferencias entre españoles
García-Page ha señalado que en la lucha contra el coronavirus «no hay diferencias ni ideológicas ni territoriales», razón por la que ha cargado contra los presidentes autonómicos que «plantean poder decidir por su cuenta» la gestión ante la crisis sanitaria.
Tras la videoconferencia con el resto de presidentes autonómicos y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el presidente de Castilla-La Mancha ha señalado que algunos de sus homólogos, «por razones ideológicas, incluso nacionalistas», han planteado «poder decidir por su cuenta».
En su opinión, la ideología territorial puede tener importancia «en el terreno financiero o político», pero en temas sanitarios «es otra cosa».
«Que alguna región empiece a tomarse esto por su cuenta hace que las demás estemos expuestas», ha avisado.
Con todo, ha avanzado que como presidente autonómico va a «exigir y vigilar» este extremo aunque se establezcan distintos escenarios de desescalada dependiendo de las zonas geográficas.
«No hay posibilidad de salir separados. El virus está uniendo a pueblos de España en un mismo destino. Tenemos que salir juntos», ha defendido.
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