Cariño en grandes dosis el que ha sobrevolado por la nave de la antigua iglesia de los Remedios este miércoles, en el acto de firma del contrato programa para el próximo quinquenio entre la Universidad de Alcalá y la Junta de Comunidades. Cariño el mostrado por Emiliano García-Page hacia «José Vicente (Saz) y Carmelo (García)» por su papel, como rector y vicerrector, en las negociaciones para concretar el documento hoy rubricado. Cariño sin freno de Pablo Bellido al presidente regional, hasta el punto de que este haya advertido desde el atril que el azudense «va a conseguir que me sonroje». Y cariño, generoso, del propio García-Page hacia Alberto Rojo, al que incluso ha dedicado alguna que otra reflexión, de exalcalde a alcalde en ejercicio.
«Yo he sido alcalde y sé cómo funcionan estas cosas y es posible que te recuerden por haber arreglado el error del Ferial y no por el nuevo hospital», convenía Page en su intervención, que cerraba el acto. El suyo ha sido un discurso especialmente vehemente a la hora de glosar los atractivos de Guadalajara, seis meses antes de la cita electoral de mayo de 2023. «Se están concentrando más expectativas e inversiones que nunca en Guadalajara, hay que estar muy mal para no ver esa realidad. Guadalajara es una ciudad que ha dicho a por todas«.
Nuevo Grado
En lo académico y respecto a la nueva titulación universitaria que antes del acto ya avanzaba LA CRÓNICA, García-Page ha considerado que el nuevo Grado «es el mejor gesto de que esto no acaba aquí», sobre todo en una Universidad muy avanzada en materia de Inteligencia Artificial; en este punto, la referencia a la candidatura para que Guadalajara sea sede de la agencia nacional en ese ámbito era inevitable.
Respecto al acuerdo que motivaba la tercera presencia en cinco días del presidente regional en la capital alcarreña, Page ha destacado que si se rubrica ahora uno nuevo es porque «el anterior (contrato) lo hemos cumplido, parece mentira que tengamos que resaltar esto», recordando los muchos problemas habidos en los últimos años, pandemia incluida.
«Si mañana viene mal dadas, está firmado», enfatizaba el responsable del Ejecutivo regional.