El presidente de Castilla-La Mancha y secretario general del PSOE en esta Comunidad Autónoma, Emiliano García-Page, lanza nuevas reflexiones sobre las recientes elecciones del 23-J. Lo hace tras conocerse el resultado del voto CERA, que otorga un escaño más al PP y obliga a Pedro Sánchez a explorar un apoyo explícito del partido de Puigdemont, Junts, para conseguir ser investido. Considera Pag que el resultado electoral ha terminado por ser «diabólico para la gobernación y convivencia en España».
En declaraciones a Europa Press para LA CRÓNICA, García-Page ha mostrado su preocupación por el hecho de que se asuma «con normalidad» una dialéctica de «bloques» en España, al tiempo que ha considerado que el PSOE es un partido «con metabolismo incluyente», pero avisando de que en el Congreso de los Diputados habrá «muchos partidos excluyentes», bien por su «ideología radical», o bien por sus ansias «separatistas».
Preocupación por la cohesión de España
«El PSOE no va a tener ansiedad por gobernar, no va a hacerlo a saldos, o a cualquier precio», ha vaticinado el líder del Ejecutivo castellanomanchego, quien en todo caso sí se ha mostrado «esperanzado» por el futuro de las políticas sociales en el país si Pedro Sánchez forma gobierna, sin dejar de lado su «preocupación» por la cohesión de España.
Con todo, argumenta que los partidos políticos «deben de estar al servicio de la Constitución», y no «la Constitución al servicio de los partidos».
Por ello, ha pedido «dejar a salvo la soberanía de todos los españoles» y la «ausencia de privilegios» en otros territorios durante las conversaciones para facilitar la investidura.