El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha restado importancia este jueves a las encuestas que afirman que un acuerdo entre Vox y PP podría apearle del Gobierno regional. El político socialista ha cargado contra sondeos que «mienten» y se hacen para «inducir a la opinión, no para reflejarla».
Así lo ha planteado a primera hora de la mañana en una entrevista con Antena 3, en la que se ha mostrado, en tono irónico, dispuesto a «pactar con las empresas que hacen demoscopias» para llevar a cabo «una encuesta seria».
«Me sonrojo de ver la cantidad de empresas que no tienen un duro y que están haciendo encuestas a miles de personas», ha subrayado, insistiendo en que «la mayoría mienten».
«Son encuestas que se hacen para inducir la opinión, no para reflejarla. Si cobraran las encuestadoras por su nivel de acierto, la mayoría estaban en la quiebra, y a lo mejor el CIS también», ha apostillado ante las cámaras de televisión.
Pide a los políticos nacionales que respeten la campaña
García-Page, se ha referido también a las recientes polémicas en torno a la presencia del ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, en el acto del Dos de Mayo, y al plante de Vox en el Congreso de los Diputados al presidente de Colombia, Gustavo Petro, considerando que lo que ocurre en la política a nivel nacional «se está convirtiendo en un problema para la convivencia en España» y afirmando que el nivel «está bajo mínimos».
Ha insistido Page en que lo que ocurre en la política en Madrid «es como otro planeta» y ha aprovechado para ligarlo a la campaña electoral municipal y autonómica, pidiendo respeto para este proceso electoral.
«Como español tengo una cierta preocupación. Me gustaría pedir a la clase política en Madrid que haya un poco de respeto, que nos dejen hacer campaña municipal y autonómica», ha expuesto.
No obstante, García-Page se ha querido pronunciar sobre ambas polémicas, comentando, en torno a la referida a Félix Bolaños, que habría que valorar «el tipo de acto», ya que este era un desfile militar y por lo tanto «los protocolos de las Fuerzas Armadas son distintos que el resto». «A mí me ha antecedido un general, que no es un cargo civil», ha comentado.
En cualquier caso, ha pedido que no se haga partícipe a la sociedad de este tipo de conflictos. «Hay problemas que hay que ahorrárselos a la gente, pero están a la orden del día. No hay que convertirlo en un problema social», ha enfatizado.
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