No ha hecho falta esperar muchos días desde la reanudación de las obras en la Plaza del Concejo para asistir a un nuevo sobresalto. Este martes, por la mañana, se ha producido el vuelco de una voluminosa máquina, un grúa que ha volcado con su brazo completamente extendido y que por la tarde aún seguía esperando quien la rescatara. Los tres trabajadores que seguían en el tajo pasadas las cinco de la tarde se dedicaban a otros menesteres.
Más sorpredente incluso fue el anterior caso, cuando un excavadora fue engullida literalmente por un socavón al pretender iniciar su jornada de trabajo, como pueden recordar los lectores de LA CRÓNICA en los enlaces adjuntos.
Entre medias, la rehabilitación de la Plaza del Concejo fue abandonada de un día para otro por la empresa adjudicataria, que sólo ha vuelto a la actividad tras varias reuniones y un acuerdo para modificar el proyecto, con el fin de hacerlo menos gravoso económicamente. El necesario entendimiento entre el Ayuntamiento y la empresa ha llevado a asumir, con cesiones mutuas, tanto los problemas sobrevenidos como la incapacidad de mover los escombros y tierras con maquinaria pesada, como confiaban hacer.
