Iba a ser «un nuevo espacio expositivo para la ciudadanía». Y quizá lo fue, pero poco.
A escasos metros de Biblioteca de Dávalos, que esa sí tiene quien la use, el invento del anterior equipo de gobierno municipal yace olvidado, inútil y cada vez más vandalizado.
El olvido ya llegó en el anterior mandato y el destrozo se va consolidando en el actual, mientras que los postes y los paneles suponen, simplemente, un estorbo más de los muchos que jalonan la ciudad.
Aquel día de octubre de 2021, el siempre enfático Alberto Rojo, que ejercía por entonces de alcalde con más fundamento que en la actualidad, inauguraba este recurso cultural –según se definió desde el Ayuntamiento– “con el que dotamos a nuestro casco histórico de una nueva actividad relevante. Un espacio que ha venido para quedarse, en la calle, al aire libre, junto a la Biblioteca Pública, para que la ciudadanía tenga más oportunidades de disfrutar de la cultura, para que sea más universal, más democrática, y que de manera continuada nos ofrezca nuevas exposiciones”.
Se empezó con la exposición ‘El sufragio femenino.1931’, a cargo de la que fuera directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Araceli Martínez.
Y así se quedó, dejando constancia del sufragio femenino y del feminismo en La Alcarria, sin alcanzar nuevas temáticas.
Fueron testigos del inicio del invento, según glosaron las crónicas oficiales, Mercedes Gómez, subdelegada del Gobierno en Guadalajara; Elena Cañeque, delegada de Igualdad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha; «concejales y concejalas de Gobierno municipal»; ediles de la Corporación Municipal; Xulio García, del Foro por la Memoria; Rafael de Lucas, director del Archivo Provincial y Fernando Aguado, director del Museo Provincial, «entre otras y otros asistentes».
De a lo que ha llegado dejan constancia las fotografías de esta información.