La propuesta de reducir a la mitad la listas de espera de Castilla-La Mancha en los seis primeros meses de gobierno si el presidente regional pasa a ser Francisco Núñez ha causado la lógica sorpresa. El propio interesado ha insistido este lunes que es posible, si se hace "un barrido presupuestario" de las cuentas del 2018 y se coge todo el dinero que no sea de partidas "vitales" para desviarlo a la sanidad pública regional con el fin de que la mitad de las personas que están esperando a ser operadas e intervenidas lo sean, al menos, en los próximos seis meses.
Núñez ha concretado que entre esas partidas presupuestarias que no son urgentes están las destinadas a carreteras o algún tramo de autovía que puede esperar a enero. "No se ha hecho en los últimos cuatro años y Page lleva cuatro años prometiendo carreteras que no ha hecho y entiendo que en lugar de empezarlas en julio se pueden comenzar en enero o en febrero para que la gente pueda tener ese tipo de consultas tan necesarias".
No son recortes
Ha negado así que se trate de recortes y ha dicho que lo que plantea es reducir las listas de espera al 50 por ciento porque el presidente regional, Emiliano García-Page, "lleva cuatro años prometiendo bajar listas de espera, nuevos centros, la carrera profesional o médicos de atención primaria" y todas sus promesas sanitarias "han sido mentira".