El Ayuntamiento de Valverde de los Arroyos ha mostrado oficialmente su preocupación por «las masificaciones que a veces origina el turismo de corta estancia los fines de semana, por el riesgo de contagio que puede suponer no sólo para los residentes sino también para los propios turistas». Hace esta observación el mismo lunes en que toda la provincia de Guadalajara ha pasado a Fase 1 de la desescalada por el COVID-19.
Tanto preocupa la cuestión en este conocido enclave de la Serranía que, como detalla el Ayuntamiento en un comunicado, la infraestructura turística del pueblo «con excepción de las casas rurales, que comenzarán a aceptar reservas» no va a estar abierta.
Concretamente, indican que «los restaurantes han confirmado que permanecerán cerrados unas semanas más».
El turismo, al menos en Valverde de los Arroyos, puede esperar. Y los turistas, también.