La portavoz del Gobierno de Aragón, Mar Vaquero, criticaba este martes el «nuevo incumplimiento» del Ejecutivo central al plantear en un estudio informativo que la nueva vía que una Monreal del Campo (Teruel) y Alcolea del Pinar sea una carretera de tres carriles y no una autovía, en lo que consideran es un «nuevo mazazo» y un «nuevo agravio» para la provincia turolense. Hablaba de Teruel, aunque también incidía, sin pretenderlo expresamente, en Guadalajara.
Va para dos décadas, desde los años del Gobierno de Rodríguez Zapatero y después del incendio que arrasó la comarca y se cobró las 11 vidas del retén de Cogolludo, que se pospone la conversión de la N-211 en autovía. Lo anunciaron en 2008 y aún no se ha cumplido lo prometido, ni con rebajas. Ni parece que vaya a hacerse, al menos en los términos pretendidos.
¿Qué es lo que se propone para la N-211?
Los últimos datos han venido de una fuente tan oficial como es el subdelegado del Gobierno en Teruel, Enrique Gómez, quien el lunes detalló las conclusiones del estudio informativo para la mejora de la N-211, que ya se encuentra en la última fase de redacción.
A los pueblos por donde ahora pasa, como Maranchón, se les quitarán las travesías, que se sustituirán por variantes. Eso es en lo único en que se asemejará algo la futura carretera a lo que conocemos como autovías, ya que lo que se propone para ahorrar en el presupuesto, al considerar que no hay tráfico que justifique mayor inversión, es una plataforma para tres carriles en vez de los cuatro que se esperaban.
Al modo de lo que es relativamente habitual en Inglaterra y otros países europeos, los conductores circulan por un único carril en cada sentido, quedando el del centro reservado para los adelantamientos, que han de hacerse con la prudencia necesaria para no chocarse contra otro que venga de frente… casi como hasta ahora.
La cosa ya venía claramente torcida desde 2019, cuando decayó el estudio informativo de la inalcanzable A-25, que no verá la luz.
Enfado en Teruel, silencio (por ahora) en Guadalajara
«No sabemos si esto responde a ese recorte que el Gobierno de Sánchez se va a dedicar a hacer en diferentes regiones españolas para pagar el precio que tiene que abonar a sus socios independentistas para mantenerse en la Moncloa», valoraba Vaquero en su comparecencia.
La decisión del Ejecutivo central, a su juicio, va a perjudicar la calidad de las comunicaciones en la provincia y supone una «frustración de las expectativas» de los turolenses con respecto a una infraestructura «fundamental» para contar con una salida «segura» y «rápida» hacia Madrid, además de afectar a la competitividad de las empresas de la comarca del Jiloca.
En Guadalajara por ahora el asunto no ha dado pie a ningún cruce de declaraciones políticas que, sin duda, llegarán.