Las forenses que realizaron el informe preliminar de autopsia y el que fue definitivo en el cuerpo sin vida de Nicoleta han apuntado en su declaración que la víctima no presentaba heridas típicas defensivas de intentar «parar o coger» el cuchillo en el momento de ser agredida. Esta ciudadana rumana fue asesinada en Alovera el 19 de mayo de 2021, donde moría desangrada en su piso tras recibir diez puñaladas por parte de su esposo, según va quedando acreditado.
«Cuando uno está sufriendo una agresión por arma blanca, heridas típicas defensivas aquí no las hay», ha señalado contundente una de las médicos a preguntas de la Fiscalía, aclarando que la herida típica defensiva de un arma blanca tras un forcejeo pasaría por que si uno agarraba el cuchillo, la otra hiciera fuerza para no soltarlo y en esa fuerza se suelen ver, muchas veces, «semi amputaciones» de dedos, y la víctima «no tiene ninguna herida de estas en las manos, está claro».
Cuatro puñaladas «mortales de necesidad»
Las forenses han tenido ocasión de ver imágenes del apuñalamiento a puerta cerrada, sin la presencia de público ni de medios, reconociendo que del total de puñaladas que recibió la víctima, cuatro fueron mortales de necesidad, especialmente la del cuello.
El Ministerio Fiscal ha insistido en preguntar sobre este hecho, a lo que las forenses han añadido que, aunque solo sea por propio instinto, si uno ve que le van a atacar con un arma «nadie deja que la apuñalen», confirmando la doctora que «cuando uno teme por su vida se defiende con uñas y dientes», de lo que se cabría deducir que ella no vio venir el ataque para defenderse.
«Ella no tiene hematomas ni golpes de que haya habido una lucha», ha subrayado una de las doctoras, insistiendo en que, en todo caso, la «capacidad defensiva fue mínima»; eso sí, sin poder aclarar a qué se debió.
«No tenemos nada que nos haga pensar en una lucha entre las partes, ante la envergadura de las lesiones, la otra persona se hubiera defendido», ha subrayado una de las forenses partícipes del informe después de manifestar también que esa ausencia de defensa bien pudo ser por falta de fuerzas o porque se quedara paralizada u otras razones, algo que no tenía claro».
Todo ello después de que la fiscal haya recordado que el acusado, en su declaración, había hablado de un forcejeo con la víctima.
La Fiscalía pide 24 años de cárcel para el acusado, uno menos que la acusación particular, entendiendo ambos que fue un asesinato, mientras que desde la defensa tratan de sostener que fue homicidio y que él si la mató, pero habría sido tras un forcejeo.