Till F. Esser no suele dejarse ver por el lobby del NH Collection Berlin Friedrichstraße, pero está ahí, detrás del éxito de este hotel en el mismísimo centro de Berlín, una gran opción para quienes se acerquen a la capital de Alemania ya sea por negocios, turismo… o para ver cómo España se enfrenta a Croacia en la ya inminente Eurocopa 2024.
Berlín es una gran ciudad, en todos los sentidos de la palabra. Tan grande, que una de los primeros retos es, a la hora de elegir dónde hospedarse, acertar con la ubicación.
Quien sea futbolero y quiera dormir en un hotel de origen español, tiene relativamente cerca del Estadio Olímpico un NH, el Kunfürstendamm, del mismo modo que hay un ABBA –del que ya se escribió en LA CRÓNICA hace algún tiempo– en el barrio de Charlotemburg. En la propia Friedrichstrasse, Meliá y Eurostars también se dejan ver, pero nos descantamos por una tercera opción.
Silencio total en el centro de Berlín
En efecto, resulta singular el caso de este NH Collection Berlin Friedrichstraße, pues teniendo la boca de metro delante de su entrada y la estación del tren a escasos cincuenta pasos, en su interior encierra el mejor de los tesoros: un impecable silencio. Para acortar distancias en Berlín, al final siempre terminarás usando un «U» o un «S», así que mejor disponer de ellos bien a mano.
Para conseguir que nada moleste al cliente en su descanso, la tecnología ha echado una mano en forma de cerrajería para la ventanas de un grosor descomunal. Funciona, se lo aseguramos.
Tiene, además, la característica de disponer de dos entradas: una, a la siempre animada Friedrichstrasse y la otra, a la muy tranquila y recoleta Georgenstrasse, peatonal y con una variada oferta de restaurantes y terrazas. Y a la corta distancia de un cómodo paseo hasta la Isla de los Museos o de la Puerta de Brandemburgo.
Un hotel confortable, de arriba a abajo
Las suites se encuentran en su última planta, la octava. De ahí para abajo, con la misma comodidad, la variedad previsible de juniors suites y habitaciones dobles, con bañeras o con plato de ducha y siempre con unas camas sumamente confortables. El servicio, por lo demás, impecable.
En la entreplanta es donde se encuentra una insospechada variedad de salas de reuniones e incluso de conferencias, algunas de ellas con nombres de ciudades españolas: para los curiosos, apuntar que la sala «Madrid» tiene 300 asientos, en rivalidad con otra de evocaciones catalanas. Son parte esencial de la cuenta de resultados del establecimiento y justifican que muchos de los que transitan por el vestíbulo tengan el inconfundible aspecto de ejecutivos que gastan los ejecutivos en cualquier parte del mundo.
En la planta baja, además de un concurrido bar para las veladas vespertinas está otro de los mejores argumentos de este hotel: un gran comedor con estética high tech, para unos surtidísmos desayunos en los que, a la que te descuides, un atildado camarero te servirá el café en tu mesa o podrás disfrutar de una omelette rellena de varias entre muchas delicias. Lo ideal para comenzar con fuerzas la jornada.
El NH Collection Berlin Friedrichstraße forma parte de una cadena cuyo primer establecimiento se abrió en Pamplona, hace décadas. Actualmente, es propiedad del grupo Minor, de capital tailandés y con más de medio millar de hoteles por todo el globo. Pronto cambiará, además, de denominación.
Till F. Esser sabe bien de todo lo anterior, como general manager de este establecimiento y también por ser el director de Relaciones Institucionales de toda la cadena para el Norte de Europa. Su cordialidad es equiparable a la del resto del personal y es él quien tiene la última palabra para los lectores de LA CRÓNICA: