El actor, bailarín y cantante Enrique Castellón Vargas, más conocido como El Príncipe Gitano, ha fallecido a los 92 años a causa de la COVID-19 en la residencia de mayores de La Paz de Mandayona, donde vivía desde hace diez años.
Muy conocido por su peculiar versión ‘In the ghetto’, a partir de la canción que popularizó Elvis Presley en primer lugar, el artista nunca dejó de ser recordado por varias generaciones de españoles:
Nacido en Ruzafa (Valencia), se crió en el seno de una familia gitana dedicada a la venta ambulante y a los tratos de ganado e hizo carrera artística en Madrid tras recorrer media España junto a ellos, practicando el cante flamenco y estilos diversos como la zambra y la rumba. Primo hermano de Sabicas, entre sus seis hermanos se cuentan además el guitarrista Juan José Castellón Vargas y, sobre todo, Dolores Vargas ‘La Terremoto’. a quien acompañó en sus primeras canciones, como «Penas de la gorriona» o «Málaga bella».
«El porompompero» de un poeta alcarreño
A los 14 años debutó en el Teatro Calderón de Madrid en el mismo espectáculo que Lola Flores y muy poco después formó su primer espectáculo, «Pinceladas», llegando a convertirse en una gran figura de la canción española en los años 50, pese a que su pasión real era el toreo, con el que no logró la misma repercusión.
Con decenas de espectáculos que recorrieron varios países a su espalda, su compañía sirvió además de plataforma de despegue para muchas otras figuras, como Rocío Jurado, Carmen Sevilla o Manolo Escobar. Se cuenta que fue precisamente en uno de esos espectáculos cuando Escobar escuchó de su boca por primera vez interpretar «El porompompero» y que, con su aquiescencia, lo incorporó a su propio repertorio. Menos conocido es que la letra de la célebre canción fue escrita por el poeta jadraqueño José Antonio Ochaíta. En su faceta de letrista, el guadalajareño también firmó otros éxitos de la copla española como El agüita del querer y La Lirio.
Residencia La Paz
La residencia donde ha fallecido el Príncipe Gitano ocupa una parcela de 3.500 metros cuadrados en Mandayona. Está construida en planta baja y sótano, con una superficie de 1.800 metros cuadrados. El edificio tuvo su última gran reforma en 2001. Se anuncia como un centro geriátrico adecuada para la «estancia indefinida de las personas mayores, adecuado para la convivencia tanto de personas validas, asistidas, terminales y cualquier tipo de personas con necesidades de asistencia física y/o psíquica».