Al menos uno de cada tres vecinos de Guadalajara a los que un juez les retira el permiso siguen conduciendo, sin más problemas. Esa es la conclusión que se puede sacar de la última operación de la Guardia Civil en la capital alcarreña, puesto que esa es la proporción de los conductores que han sido localizados al volante sin poder, teóricamente hacerlo. La realidad, obviamente, puede ser mucho peor.
Han sido 29 los identificados en la ciudad mientras hacían uso del vehículo, a pesar de haberles sido retirado el carnet por sentencia judicial.
Como reconoce la propia Guardia Civil, «esta operación se inició al haber constatado la existencia de numerosas personas residentes en la capital que hacían uso de sus vehículos con una suspensión temporal del permiso de conducción en vigor, impuesta por los Juzgados de lo Penal de Guadalajara, motivo por el que se realizaron distintos servicios operativos para la verificación de tal circunstancia».
La operación se desarrolló en varias fases, a lo largo de cuatro meses, durante 2024.
De entrada, se comprobó la existencia de alrededor de 85 personas residentes en Guadalajara capital, con el permiso de conducción retirado por sentencia judicial. Como queda dicho, un tercio fueron localizados infringiendo esa obligación.
La pena por este tipo de delitos es de 3 a 6 meses de prisión, o de multa de 12 a 24 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.