La Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) cumple 40 años de trayectoria. El aniversario se celebrará de un modo especial en Guadalajara, con la realización de una jornada informativa este viernes 29 de noviembre, en el Salón de Actos del Palacio del Infantado.
La cita será a partir de las 17.00 horas y habrá tres mesas de trabajo para hablar sobre el funcionamiento de la Comisión de Garantías y Evaluación, la experiencia en la prestación de la ayuda para morir o los inicios de la DMD.
Y posteriormente también habrá un debate sobre la ayuda a morir en personas con problemas de salud mental.
La asociación DMD de Guadalajara se viene reuniendo desde hace ya siete años. Un grupo muy activo que suele reunir al menos una vez al mes; organizan talleres de testamento vital, sensibilización sobre los derechos al final de la vida.
Para afiliarse se puede hacer a través de la propia web.
A raíz de la Ley de Eutanasia se crearon también en los hospitales unidades de humanización con responsabilidades en este asunto que funcionan bastante bien, según reconoce la asociación DMD y sobre lo que se informó con mucha amplitud en un reportaje en LA CRÓNICA el pasado mes de febrero.
La importancia del testamento vital
Son siete años ya de trabajo en la provincia y aún es necesario resaltar la importancia de realizar el testamento vital, ya que a la hora de una muerte inesperada, por ejemplo, o de que la persona no sea capaz de defender sus propios derechos y deseos por sufrir un accidente u otra razón, si se ha realizado el documento de voluntades anticipadas el médico podrá verlo en la historia clínica del paciente, lo que es un paso facilitador no solo para el afectado sino para las familias y para los propio sanitarios.
María Castillo, psicóloga clínica y miembro de DMD en Guadalajara, ha pedido a todas las personas que deseen tener una muerte digna que se unan a la asociación en la provincia, donde también se realizan a menudo talleres de testamento vital o de voluntades anticipadas, lo que supone dar un paso más en la capacidad de decidir qué tratamientos se quieren recibir a la hora de morir o en la propia petición de ayuda a morir o eutanasia si llegado el momento se cumplen todas las normas que la ley exige.
«Creemos que el final de la vida es tan importante como el resto y también lo es que seamos nosotros mismos los que decidamos cómo y cuando queremos morir, y para ello trabajamos en esta asociación».
La ley establece en 45 días la realización del proceso de solicitud de la eutanasia, aunque esto depende en gran medida de cada comunidad autónoma.
De hecho, hay comunidades autónomas en las que se está facilitando todo el proceso y otras donde existen más dificultades.
En el caso de Castilla-La Mancha se cumplen los plazos, situándose en la media y los departamentos de humanización de la gerencia del Sescam están siendo claves, ha señalado José Luis Esteban, miembro también de la asociación DMD en Guadalajara.
En el caso de Guadalajara, desde la asociación se realiza también acompañamiento a quien lo desee en este proceso y se ayuda también en la realización del testamento vital.