Al mediodía sonaban las campanadas en el reloj que marca las horas de Chiloeches, cuando esta vez sus vecinos y autoridades han guardado un minuto largo de silencio en recuerdo al matrimonio y su hija que este sábado aparecían asesinados en su casa de la urbanización Medina Azahara.
Rostros de tristeza, incredulidad, consternación y condena son este domingo los sentimientos que se han visto en la concentración celebrada en Chiloeches, localidad donde residía la familia, cuyos vecinos se muestran sorprendidos por lo acontecido este sábado en la urbanización de mayores dimensiones que hay en la localidad, donde viven alrededor de 800 familias y donde el Ayuntamiento tiene también previsto guardar este lunes otro minuto de silencio.
«Queremos estar allí con los vecinos, que nos sientan y que sepan que todos estamos unidos con la familia», ha declarado el alcalde en funciones, Marcos Cascajero, a preguntas de los periodistas, quien ha aprovechado para confirmar el rechazo del municipio a cualquier tipo de violencia.
El alcalde de Chiloeches sigue consternado por unos hechos que aún les cuesta asumir. Espera que se clarifiquen cuanto antes, uniéndose a la familia en unos momentos «en los que no hay consuelo y es difícil ver la luz», pero mostrándoles todo el apoyo del Ayuntamiento en lo que necesiten.
El pueblo guarda desde el 13 de abril dos días de luto oficial y sus banderas ondean a media asta por lo acontecido; también se suspendió la fiesta prevista por la asociación taurina de la localidad. A sus habitantes les sobrepasa la situación, cuando apenas queda una semana para que el municipio celebre su fiesta chica.
Entre las autoridades presentes en esta concentración, además de algunos vecinos de la localidad y el alcalde en funciones y concejales y representantes públicos del municipio, se han sumado a la concentración el presidente de las Cortes y secretario general del PSOE en Guadalajara, Pablo Bellido; la subdelegada del Gobierno, Mercedes Gómez, y el delegado de la Junta, José Luis Escudero, entre otros.
«El que en un pueblo pequeño pasen estas cosas, no se comprende», afirmaban Carmen y Pilar, vecinas de la localidad cuyos sobrinos lo están pasando muy mal porque conocían a la hija.
La autoridad judicial ha decretado el secreto de sumario en la investigación que se sigue por estas tres muertes, cuyos cadáveres fueron encontrados con signos de violencia en su vivienda, al ir a sofocar el incendio declarado en la misma y del que alertó el hijo que ha quedado vivo, un año menor que la fallecida y que, según expresó, venía de una fiesta cuando se encontró con lo sucedido.
Los restos de las tres víctimas fueron traslados el mismo sábado al Tanatorio de la Ronda Norte, en Guadalajara, para ser sometidos a autopsia.