Este viernes se llevó a cabo, en la concatedral de Santa María, el anunciado pregón de la Semana Santa, a cargo de la periodista Mercedes Castellano.
La pregonera quiso rendir un homenaje “a esas personas, hombres y mujeres, jóvenes, niños recién nacidos, mayores, que pasan su vida entregándose generosamente a las hermandades y cofradías de Guadalajara”.
Hilando testimonios de cofrades, trazó una estampa de la Semana Santa de Guadalajara vista desde dentro, para invitar con ello a todos los presentes, “creyentes o no, a vivir la Semana Santa con esa mirada interior”, incluso desde el silencio.
“Me siento totalmente afortunada de poder decir abiertamente, y llenando mi corazón simplemente de pensarlo, que soy cristiana y que lo considero tal honor y tal suerte, que me gustaría poder transmitir, aunque solo sea un poquito de este sentimiento, de la paz y serenidad que me confiere”.
“En la Semana Santa se compagina el sentimiento tristeza con el de alegría, por el recuentro de una madre con su hijo”, pregonaba Castellano, con un momento emocionado, recordando a su propia madre, y a las madres que pierden un hijo.
Por último, Castellano ha recordado que la Semana Santa de Guadalajara es fiesta de interés turístico regional, “y una oportunidad única que tenemos para mostrar nuestro rico patrimonio espiritual”.
Tras un largo aplauso de todo el público que abarrotaba el templo de Santa María, donde se contaba con nutrida presencia de autoridades, civiles, militares y eclesiásticas, Mercedes Castellano ha acabado este particular peregrinaje emocional, sumándose al coro de Santa María, para entonar el Pange Lingua.
De la mano del presidente de las cofradías, José González; el obispo Julián Ruiz y la alcaldesa Ana Guarinos, la pregonera recibía el cuadro de recuerdo con todas las medallas de las cofradías de Guadalajara.
La ceremonia terminaba con un concierto de música sacra a cargo dl grupo de cámara Ad libitum.