Por más acostumbrado que estés a los atascos de la A-2 en Torrejón de Ardoz o a los que se producen más allá del Puente de San Fernando, lo que se prepara para la próxima semana será, sin duda, mucho peor.
La cumbre de la OTAN, que se celebra los días 29 y 30 de junio pero que va a tener efectos incluso antes, va a complicar hasta límites insospechados los accesos a Madrid desde Guadalajara. Tanto es así que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha pedido a las empresas madrileñas que faciliten las condiciones de teletrabajo a sus empleados en esas fechas, para facilitar la movilidad y minimizar los desplazamientos.
Explicar que la A-2 puede convertirse en una ratonera es fácil de entender: las sesiones de la cumbre de la OTAN se van a celebrar en Ifema. Pero los problemas van más allá y tienen continuidad en el mismo centro de la capital, como el Paseo de la Castellana o el Paseo del Prado, donde se van a ubicar las delegaciones de los diferentes países y se concentrarán algunas de las actividades a las que van a asistir.
Limitaciones hasta para aparcar si logras llegar
Según ha trascendido, no se podrá aparcar en un perímetro de entre 300 y 500 metros alrededor de los más de 40 hoteles de lujo en los que está previsto que se alojen las delegaciones internacionales. Y la restricción estará activa desde el lunes, dos días antes de que comience oficialmente la cumbre.
Llegar a plantarse en Madrid en coche no garantiza, por tanto, que hayas superado lo peor. Desde Torrejón y Barajas y hasta todo el centro de Madrid se habilitarán carriles reservados exclusivamente para los vehículos de las delegaciones, lo que colapsará aún más la circulación. Por seguridad, no se sabe cuáles serán exactamente esas calles, que pueden variar en cualquier momento.
A mayor abundamiento de desgracias, se estima que las horas más complicadas serán de las 8 a las 10 de la mañana, coincidiendo con los movimientos de las delegaciones, lo que con toda probabilidad afectará directamente a la M-11, Avenida de América y Castellana.
Incluso para los peatones habrá limitaciones, como la prohibición de deambular por las inmediaciones del Palacio Real, el Museo del Prado, el Museo Reina Sofía y el Palacio Real por los diferentes actos que están previstos.