La Junta de Gobierno Local de Guadalajara, celebrada este martes en el Ayuntamiento, aprobaba diferentes puntos. Uno de ellos ha sido iniciar la tramitación para la prórroga, por un año más, del contrato de gestión, organización y ejecución de los festejos taurinos tradicionales de las Ferias y Fiestas, lo que incluye tanto las corridas de toros como los encierros de 2024.
Desde julio de 2022, la responsable es la sociedad Funtausa, más conocida entre los aficionados por su sobrenombre, Casa Matilla. La decisión de los actuales responsables municipales es seguir confiando en el equipo que ha montado las dos últimas ferias, resueltas con notable asistencia de público, con presencia de figuras en los carteles y sin que hayan trascendido problemas en los corrales.
Apoyo a los toros por el PSOE (más Ciudadanos) y el PP (con Vox)
En su primera feria, la de 2022, el entonces alcalde de Guadalajara, Alberto Rojo, se mostraba entusiasmado: «Es la mejor feria taurina que Guadalajara va a vivir desde hace muchísimos años», avanzaba en la presentación. Al año siguiente, Rojo también celebraba los carteles de 2023 “de altura, con figuras y ganaderías de prestigio” para una feria “que en 2022 recuperó su esplendor, con buenas faenas y un éxito en cuanto a público muy significativo”. “El impulso dado a la feria taurina de la ciudad en los dos últimos años ha sido contundente, demostrando que en Guadalajara hay mucha afición, a la que el Ayuntamiento debe respaldar”, insistía el alcalde.
Pasado el tiempo y con nuevos cargos en el Ayuntamiento, el apoyo a la tauromaquia no ha menguado o incluso se ha incrementado, al menos al decir de los actuales concejales. “Guadalajara es, sin duda, una ciudad taurina por excelencia, que conserva y difunde el arte y la cultura de la tauromaquia. El Ayuntamiento de Guadalajara apoya la tauromaquia como respeta la libertad y la diversidad cultural de las personas, pues no se puede imponer una visión única sobre lo que es ético o moral”. En estos términos se expresaba el 4 de octubre de 2023 el concejal Santiago López Pomeda, remarcando el respaldo municipal a los toros en la capital alcarreña.
Lo cierto es que al anterior alcalde y a su concejala responsable, Sara Simón, les costó casi medio mandato sacar adelante ese nuevo contrato. La pandemia también ayudó lo suyo para que no se celebraran festejos taurinos en los años previos, algo que sí consiguieron en otras localidades, incluso cercanas.
Un concurso que fue cosa de dos
Matilla sólo tuvo un rival en el concurso por el que volvía al coso de Las Cruces. Superó en poco más de 3 puntos a Tauroemoción.
Resultaron decisivos los aspectos de las ofertas sometidos a «criterios de juicio de valor», donde Funtausa más que dobló a Tauroemoción (50 puntos frente a 23) mientras que en lo «criterios automáticos» ocurría lo contrario, pero sin tanta diferencia: 26,50 contra 50. Así, la suma total resultó ser de 76,50 para Funtausa contra los 73 de Tauroemoción.
Los dos concurrentes se jugaban hasta 50 puntos en la confección de los carteles, con 40 para el nivel de los diestros (medido por las corridas toreadas en plazas de primera y segunda, los triunfos conseguidos y el número de reses lidiadas) y con apenas 10 puntos para las ganaderías ofertadas, que también se baremaban por su presencia en plazas de primera y segunda categoría.
Por precio, es decir por renuncia a parte de la subvención, las ofertas decidían hasta 20 puntos.