- Un cazador, que se encontraba en las cercanías del campo de golf de Cabanillas, disparó sobre un corzo que se movía por uno de los hoyos, abatió la pieza y se presentó en las instalaciones para reclamar la propiedad del animal abatido.
“ No pensaba que la acción era tan grave”. En estos términos, explicaba su actuación la persona denunciada por personal del campo de golf, que alerto de los hechos a la Guardia civil. Desplazados hasta allí, los agentes del SEPRONA escucharon atónitos como el cazador argumentaba que “como no había visto a nadie en el interior del campo de golf, disparó al animal sin más”.
Con lo realizado no sólo se han infringido las distancias de seguridad marcadas por la legislación de caza de Castilla-La Mancha o la prohibición de cazar en ese lugar concreto. También se ha producido el uso negligente e incluso temerario de una arma larga rayada, con lo que se ha puesto en peligro la integridad de las personas, según destacan las fuentes consultadas de la Guardia Civil.