Llegaba este 15 de junio de 2020 la décima gala de MasterChef, en su octava temporada. Es el primer programa grabado después de la interrupción obligada por el coronavirus y lo hace, además, desde Guadalajara: de lo que resulte tendremos cumplida cuenta a partir de las diez de la noche de este lunes. Es, reiteramos, la primera entrega producida tras el parón por el Covid-19, después de haber aprovechado todo el material anterior al estado de alarma.
La grabación se ha llevado a cabo en la Dehesa de Valbueno, en Cabanillas del Campo, una instalación hostelera explotada por una de las presentadoras del programa, Samantha Vallejo-Nágera.
No es el único espacio que gestiona esta empresaria, que va levantando una por ahora pequeña red de locales muy especiales para celebrar bodas y eventos. En el caso de Valbueno, la amplísima finca la utiliza mediante un arrendamiento a ocho años vista acordado con sus propietarios, un contrato que se inició en 2018. Dispone de otro local en la provincia de Segovia, así como de una nave en Madrid, dedicada a la preparación de cátering.
Una finca en Cabanillas, orientada a Madrid
La dehesa pasó a ser propiedad de Tomás de Yriberri y Goyeneche, caballero de Santiago, tesorero del rey y marqués de Valbueno en 1726. Además del gran caserón, destaca el pinar, todo a tiro de piedra de Madrid, que es su principal mercado para las celebraciones que organiza. De hecho, la R-2 pasa a escasos metros del complejo.
Cuando empezó a emitirse el programa en esta temporada, allá por el 13 de abril, su rodaje ya llevaba detenido un mes, a causa del decreto del Estado de alarma por parte del Gobierno por la pandemia. Tenían mucho material grabado, nueve programas. Pero no el de este lunes, que se realizó a partir del 27 de abril, con mayor distancia entre los jueces.